El médico forense Jorge Eduardo Paredes fue el encargado de entregar los resultados de la necropsia que Medicina Legal practicó al cuerpo del coronel Óscar Dávila, confirmando la hipótesis de que el oficial se quitó la vida el pasado 9 de junio.
“Una necropsia es parte integral de una investigación judicial donde vamos a determinar si hay o no un responsable de un hecho determinado”, indicó Paredes.
De acuerdo con el experto, lo que se busca es “contextualizar los hallazgos de un cuerpo, las lesiones que tiene, las características que tienen los órganos, los antecedentes de la persona y adicional a eso los estudios toxicológicos que se pudieran derivar para poder establecer de forma certera todo lo concerniente con esa persona”.
En ese sentido, dijo que esa es la razón por la que los resultados pueden tardar varios días.
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El médico forense explicó que en este caso “se hizo el Protocolo de Minnesota, que es una búsqueda exhaustiva en el cuerpo de posibles evidencias relacionadas de riña, de lucha, de condiciones extrañas que hubiera podido tener una persona. Eso queda plasmado en un informe escrito que adicional se acompaña de más de 90 fotografías de detalles mostrando los hallazgos normales y anormales del cuerpo”.
Lesiones corporales
El médico Jorge Paredes presentó un diagrama ilustrativo de la cabeza de una persona para explicar las lesiones que sufrió el coronel Óscar Dávila. El oficial tenía dos orificios, uno de entrada y otro de salida, causados por un solo disparo.
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“En el lado derecho hay un punto, ese punto lo puse redondo, pero realmente no es un punto redondo, es una herida de 4 x 2,8 centímetros. Ese es el orificio de entrada y ese orificio de entrada es irregular porque el arma estaba puesta a contacto”, indicó.
De acuerdo con Paredes, “cuando se pone un arma a contacto se produce una deflagración de gases y generan una herida que es muy característica, que fue descrita hace prácticamente un siglo por un forense italiano, Julio Benassi”.
A esto entonces se le conoce como el Singo de Benassi, “que son residuos de pólvora combustionada -le decimos ahumamiento- en la parte externa del cráneo, pero no solo en la parte externa sino también en los tejidos blandos que están debajo del cuero cabelludo y alrededor de la herida del cuero cabelludo (..) eso sin lugar a ninguna duda es una herida a contacto”.
“La otra herida al lado izquierdo es el orificio de salida, que también es irregular. Con eso se individualiza una trayectoria que es anterior posterior, de derecha a izquierda, y es ligeramente superior inferior. Con eso hablamos de un orificio de entrada y un orificio de salida que causa unas graves lesiones en el interior de la cavidad craneana, con una gran fractura y, obviamente, unas lesiones cerebrales muy características”, explicó.
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Patrón de salpicaduras
El médico forense explicó además el patrón de las salpicaduras de sangre, tanto en la mano del coronel como en las prendas de vestir que tenía el día de su muerte.
“Vemos un patrón de salpicaduras de sangre que refleja un modelo como en U, es decir, eso nos da un indicio muy fuerte de que esta persona tenía el arma empuñada y esas salpicaduras son derivadas de que esa misma persona tenía el arma empuñada y, obviamente, esto también se observa en el puño de la camisa, en la zona derecha, en la zona dorsal. Adicional a esto, este cuerpo no tenía ningún signo de riña, lucha, sujeción o indefensión”, subrayó Paredes.
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Rastro de medicamentos
También dio detalles sobre el hallazgo de un medicamento que estaba tomando el coronel.
“Nos llamó la atención es que se detectó que esta persona estaba tomando Alprazolam y el Alprazolam es un medicamento derivado de las benzodiacepinas, que tiene un efecto principalmente ansiolítico. O sea, esta persona estaba tomando este medicamento, seguramente, por el cuadro de ansiedad y, seguramente, que ayuda también a dormir un poco, a conciliar mejor el sueño. Entonces, uno desde el punto de visa forense pudiera decir que esta persona estaba expuesta a un estrés importante”, anotó.
Su conclusión como forense es que “sin ninguna duda, yo diría que este es un caso típico de una lesión a contacto con todas las características propias de un suicidio. Desde el punto de vista medicolegal, entonces, nosotros llegamos a la conclusión: suicidio”.