Despojo de tierras y conflicto armado, la constante en la zona del Alto Sinú

Name: Despojo de tierras y conflicto armado, la constante en la zona del Alto Sinú
Uploaded: 2019-06-26T06:09:55-05:00
Description: Despojo de tierras y conflicto armado, la constante en la zona del Alto Sinú

Líderes sociales y reclamantes de tierras se han convertido en objetivo de bandas criminales, algunas de las cuales están asociadas al narcotráfico. El final de María del Pilar Hurtado es una dolorosa realidad que han padecido muchas veces los habitantes del Alto Sinú en Córdoba, departamento que pese a vivir un escenario de posconflicto aún no encuentra la paz. El defensor del pueblo insiste en la necesidad de convocar la Comisión Nacional de Garantías. Y de lo que pasa en Córdoba tres variables, según los investigadores sociales, pueden explicar lo que pasa en esta región del país. El conflicto armado, los procesos de despojo y la lucha de los reclamantes de tierras. “Tenemos una guerra civil, prácticamente desde el año pasado entre el Clan del Golfo y Los Caparrapos afectando al Bajo Cauca antioqueño, norte de Antioquia y sur de Córdoba. De hecho, en Montelíbano y Tierralta, sur de Córdoba, hemos visto patrullajes de Caparrapos muy cerca del casco urbano y por eso la cantidad de sicarios disponibles para asesinar como en el caso de María del Pilar Hurtado”, dice Áriel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación. Para Ávila, los conflictos asociados al uso y manejo de la tierra y la posición estratégica de esta región vital para los grupos paramilitares asociados al narcotráfico han determinado las dinámicas de tipo político, económico y social. “Un problema de despojo de tierras que hicieron los grupos paramilitares en su momento; por eso gran parte del fondo ganadero de Córdoba está preso y lo que hemos vivido últimamente es que estas familias desplazadas y sin tierra están invadiendo lotes. De hecho una de las hipótesis del crimen de esta lideresa fue que fue asesinada por una invasión de tierras en Tierralta. Según la Defensoría del Pueblo, entre abril de 2018 a 2019, 982 líderes fueron amenazados en el país. La cifra se duplicó en comparación con el mismo periodo de 2017 a 2018. Ariel Ávila afirma que en Córdoba no bajarán las cifras hasta que termine la lucha en que se trenzaron Caparrapos y el Clan del Golfo.