Cada día aumenta el número de desplazados por laviolencia en el Catatumbo. Más de 54.000 personas han tenido que huir de sus hogares en busca de seguridad. Algunos con problemas de salud denuncian sentirse abandonados en medio de la crisis humanitaria.
Muchos de los desplazados aseguran que sus condiciones de salud se han agravado, sobre todo porque muchos sufrieron heridas en sus desplazamientos para salir del Catatumbo y necesitan atención médica urgente.
La crisis humanitaria más fuerte de la última década en el país deja los retratos más dramáticos de la violencia. Más de 54.000 desplazados viven ahora en la ciudad y sus testimonios han marcado una huella profunda en la historia del departamento de Norte de Santander.
Publicidad
“Cuando llegamos a la casa nos cayeron, yo logré salir, pero a mí me agarraron y me golpearon. Y el muchacho sí lo mataron, lo dejaron ahí en el otro lado de la casa donde él vivía, ahí lo mataron y lo dejaron ahí y no sé qué harían con él”, contó un hombre desplazado por la violencia en el Catatumbo.
Este testigo de la guerra lleva en su cuerpo las heridas que el 16 de enero le dejaron los guerrilleros cuando entraron armados a su casa. Cuenta que luego de 25 días de que asesinaran a su compañero, no puede dejar de pensar en el último abrazo que le dio mientras agonizaba.
Publicidad
Antes de ser rescatado en el helicóptero, tuvo que caminar entre la montaña donde sus tendones se rompieron. Hoy pide que su atención no sea solamente un plato de comida y un albergue.
“El problema que nosotros tenemos aquí en donde estamos es la salud; aquí no nos quieren asignar nada, aquí no nos quieren dar medicamentos; para ir a reclamar los medicamentos es un problema”, dijo el hombre desplazado.
Como él, otros que han tenido que dejar sus parcelas, cultivos y trabajos de campo; y que además tienen alguna enfermedad de base o que sus heridas en medio del desplazamiento sufrieron un daño más grave, piden mejores garantías para su salud.
“No me dieron la cita y lo del brazo, tengo una platina metida aquí y tengo roto el hueso del hombro, pero no me atendieron, me vine porque qué más”, dijo otro desplazado por la crisis en el Catatumbo.
Publicidad
Apoyo a desplazados por violencia en el Catatumbo
Diferentes organizaciones, como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), continúan apoyando a los desplazados.
“Tenemos un grupo de especial atención que son más de 5.600 confinados y más de 26.000 personas con restricciones a la movilidad. Estos confinados y estas personas con restricciones a la movilidad las tenemos en los municipios de Hacarí, Teorama, San Calixto y Tibú”, aseguró un miembro de la ACNUR.
Publicidad
Entre nostalgia y desesperanza, muchos sabían que irse de sus hogares era la única salida.
“Sabíamos que teníamos que salir, nos tocó salir con lo que teníamos encima porque qué más, no íbamos a esperar que nos maten ahí”, indicó otro desplazado.
Desde los albergues, hoteles y casas de algún conocido o familiar, miles de personas piden una solución efectiva al conflicto y que la intención del Gobierno nacional no se quede en promesas.
Publicidad