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La familia de María Ángel Caballero
, la colombiana que cayó en estado de coma después de dar a luz en Estados Unidos, celebró la noticia de que despertó. Ahora claman a las autoridades una visa humanitaria para poder visitar a la joven, quien ingresó al país de manera irregular.
La bogotana, de 19 años, emprendió una travesía migratoria de alta complejidad con 7 meses de embarazo, dando a luz en Chicago el pasado 20 de junio. En medio del trabajo de parto, la mujer comenzó a sufrir de convulsiones, posteriormente, fue diagnosticada con un extraño síndrome que la dejó en coma y sin un solo familiar que se hiciera cargo de su pequeña.
Tres días después de dar a luz, la nueva madre recobró el conocimiento, sin embargo, anhela que su familia la pueda acompañar en este delicado estado de salud.
"Dígale a los del consulado que nos están escuchando, dígale que usted me hace mucha falta", expresó entre lágrimas la colombiana a través de una llamada telefónica.
Ahora su madre y su hermana de 13 años, quienes fueron deportadas del país norteamericano por su ingreso irregular, piden a las autoridades migratorias ayudarles a gestionar una visa humanitaria para poder reunirse de nuevo como familia.
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"Tengo la cita programada para el 25 y el 27 de julio. Lo pido encarecidamente de corazón lo más pronto posible", expresó Adriana Reyes, madre de María Ángel, argumentando que aunque ella ya despertó y está consciente, no tiene a nadie cercano que la apoye.
Además de ello, dice que al parecer una ciudadana americana que le tendió la mano a su hija el último mes buscó conseguir la custodia de su nieta Celeste mientras María Ángel estaba en coma.
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"No sé qué haya detrás de tantas cosas, no sé si las personas que de pronto le están ayudando le quieren quitar la bebé (...) Lo único que quiero es estar allá para defenderlas, para estar con ellas", aseguró.
El Hospital Franciscan Health Dyer, institución donde permanece la joven, emitió una carta de recomendación dirigida al consulado de Colombia de Chicago, donde la jefe de enfermería del centro médico recomendó que a la madre y la hermana de la paciente se les permita visitar a la joven al menos por 12 semanas, ya que esto contribuiría a su pronta recuperación.
Por el momento, Adriana solo espera que las autoridades competentes escuchen su súplica de poder estar nuevamente con su hija y su nueva nieta.
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