Este miércoles se completan 20 días del desminado militar que avanza en la zona de Murindó, en Antioquia, donde hace un mes un niño perdió la pierna a causa de una mina.
Una imagen deja ver la sevicia del ELN, que, según los militares, siembra de manera indiscriminada minas antipersonales, las cuales en milésimas de segundos acaban con la vida de niños, indígenas, campesinos, soldados o policías.
Entre los artefactos que usan se encuentra algo llamado camándula, se conoce así, porque son tanques de plástico, cargados con explosivos, alambrados unos con otros. Los criminales los entierran a un metro de profundidad para intentar que no sean ubicados. Su capacidad de daño es gigantesca, al momento de pisar una de estas minas, las otras se activan de inmediato. Las camándulas podrían, por ejemplo, volar a un pelotón en segundos.
“Ha permitido al momento neutralizar 10 artefactos explosivos improvisados que estaban ubicados en las trochas y caminos que utilizan nuestros indígenas, con esto estamos salvaguardando su vida y la integridad de sus familias”, manifestó el coronel José Luis Bastidas, comandante de la brigada 17 del Ejército.
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El principal objetivo de las fuerzas militares es descontaminar la zona que comunica a la comunidad de Islas con Coredó, lugar de donde más de 300 personas salieron desplazadas por la instalación de minas antipersona sembradas por el ELN y el Clan del Golfo, en su batalla por el control de los corredores del narcotráfico.
“Rechazamos y denunciamos las acciones criminales hechas por el Clan del Golfo y el ELN al sembrar estos artefactos explosivos improvisados”, subrayó Bastidas.
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Con inteligencia y apoyo de la comunidad avanzan las labores de desminado, en el Urabá ya se han destruido 192 artefactos explosivos.
“Más de 34 minas antipersonales destruidas y más de 158 artefactos explosivos improvisados y específicamente en Murindó más de 10. En los próximos días con el apoyo de comando de ingenieros iniciaremos también este plan de desminado en el municipio deDabeiba ”, indicó.
Las comunidades indígenas que se habían desplazado por esta amenaza ya están, según los militares, de regreso a su territorio.