Valentina Palacios, una líder estudiantil del Chocó , narró el desolador panorama en el que viven miles de niños en el departamento debido al recrudecimiento de la violencia.
“Nosotros escuchamos los tiros; ustedes, las noticias. Nosotros cerramos las puertas para que los sicarios no entren a la casa y ustedes se asoman desde el balcón. Nosotros, nosotros no conocemos la paz. Esa palabra nos confunde: paz, ¿con quién?; paz, ¿en dónde?, paz, en los papeles”, dijo la joven de 17 años.
Ante este clamor, una vez más el Gobierno nacional anunció que cuatro pelotones llegarán al Chocó. En Quibdó, también se tomarán algunas medidas.
“El Gobierno nacional y nuestra fuerza pública van a colocar dos pelotones adicionales de nuestro Ejército para que acompañen al grupo de trabajo en la ciudad y mejoren las condiciones también con más presencia de nuestro Ejército Nacional . Se activa en un esfuerzo especial el grupo antidisparos”, dijo Diego Molano, ministro de Defensa.
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Minutos antes de una sesión de la Comisión Segunda de la Cámara en el coliseo de Quibdó, más de 800 habitantes de la comunidad de San Miguel habían abandonado sus viviendas ante la amenaza de los grupos armados.
“Gran parte de la población del departamento del Chocó, muy afectada, pero situaciones muy similares (se viven) en el Cauca, en el Valle y Nariño, sobre todo por desplazamiento, confinamiento, amenazas a líderes y comunidades, reclutamiento de menores y minas antipersonales”, afirmó monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de la Diócesis de Quibdó.
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Con la difusión de un cartel, las autoridades buscan a ocho de los más peligrosos delincuentes en la región.
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