Con el pasar de los días, los números siguen subiendo. El 15 de julio de 2020, Colombia alcanzó los 971 asesinatos a líderes sociales desde la firma del acuerdo de paz entre las extintas FARC y el Gobierno Nacional, la cual tuvo lugar en noviembre de 2016.
“Desde el 2016 a julio 15 del presente año, el 35,2 % de los homicidios, es decir 343, fueron cometidos en contra de integrantes que conforman la Cumbre Agraria Campesina Étnica y Popular”, dijo Fabián Laverde, líder del Congreso de los Pueblos.
Una violencia sistemática y selectiva que hostiga y amenaza con el miedo, dice el informe de varias asociaciones.
El departamento del Cauca ha sido el más golpeado, pues, desde 2016 hasta el 15 de julio pasado, registró 226 asesinatos. Le siguen Antioquia, con 133; Nariño, con 84, y Valle del Cauca, con 74.
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“El Cauca está convertido todo en una zona de operaciones militares y lo que hay es una gran estrategia de guerra y no una estrategia de seguridad humana”, aseguró Camilo González, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
Además, dijo que lo mismo podría decirse de “otras dos regiones críticas en este momento”: Putumayo y la que agrupa el Bajo Cauca Antioqueño y el sur de Córdoba.
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Sin embargo, los intentos por combatir y visibilizar el problema no cesan. Es por eso que, desde el Cauca, Santander, Bolívar y otros departamentos, se han hecho sentir caravanas y marchas por la dignidad y la vida.
“Nosotros creemos que Colombia debe hacer un pacto político porque se prescriba la violencia en el ejercicio de la política y eso se genera a través de una sensibilización, a través del fortalecimiento de una institucionalidad democrática, no la que tenemos”, sostiene Cristian Delgado, miembro de la Marcha Patriótica.
Según Indepaz, Marcha Patriótica y la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, 166 líderes sociales han sido asesinados durante el 2020 en todo Colombia.