Autoridades dejaron al descubierto la alianza de mafias de brasileños con alias ‘Otoniel’, jefe del Clan del Golfo hoy capturado, para apoderarse definitivamente del negocio clandestino de oro en varias zonas de Colombia. Cayeron 14 presuntos delincuentes, pero les dieron casa por cárcel.
Tenían en su poder tres máquinas conocidas como dragonas, que eran usadas para extraer ilegalmente, con ayuda de químicos peligrosos, cerca de seis kilogramos de oro cada mes.
“Cada kilo de oro estaba avaluado entre 180 y 200 millones de pesos. Para la extracción de estos seis kilos de oro utilizaban cantidades importantes de mercurio, se encontraron allí en flagrancia seis kilos de mercurio, tenían la capacidad de contaminar tres mil millones de litros de agua. Si hacemos una comparación, son lo que se necesita para llenar 890 piscinas olímpicas”, explica el general Alejandro Barrera, director de la Policía de Carabineros.
Lo hacían con unos recursos económicos de una pareja de brasileños, que, al parecer, hacen parte de una peligrosa banda en su país conocida como la Familia del Norte y habían llegado a la zona hace casi ya un año.
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“Tienen la tecnología, la ingeniería para hacer ese tipo de dragas y estas personas se han visto atraídas para venir al país”, agrega Barrera.
Ya en Colombia, los dos brasileños contactaron a alias ‘Otoniel’ para que no solo les prestara la seguridad, sino también para que sus hombres extrajeran el oro ilegalmente, una actividad que de unos meses para acá realizaban de noche, creyendo que la Policía y la Armada no los detectarían.
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Sin embargo, agentes de inteligencia de la Policía de Carabineros los estaba siguiendo y con drones grabaron los movimientos de día de estos señalados "asesinos ambientales".
Los drones captaron las dragonas quietas y varios de los sindicados traficantes en sus viviendas sobre el río Nechí, en el Bajo Cauca antioqueño. Y en la noche evidenciaron cómo contaminaban el río para procesar el oro extraído.
“El río Nechí desafortunadamente es uno de los ríos más contaminados del mundo por mercurio”, subraya el general.
Con toda la información, al menos 80 hombres de la Armada y la Policía, junto con la Fiscalía, llegaron de sorpresa y encontraron en plena producción a los 14 señalados delincuentes.
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“Dos de ellos de nacionalidad brasilera, uno de ellos, a pesar de no hablar bien español, tenía cédula colombiana. Estamos coordinando con las autoridades migratorias”, señala Barrera.
Para sorpresa de los uniformados, por el crimen ambiental que ejecutaban los capturados, un juez les dio medida de casa por cárcel, incluidos los dos brasileños que ahora viven en una lujosa casa de Antioquia, dice la Policía.