Una familia vivía en un apartamento improvisado en pleno puente de la calle 100 con carrera 15, en el norte de Bogotá.
En un operativo de espacio público fueron desalojados ante las quejas de vecinos del sector.
El lugar contaba con sala comedor, cocina, una habitación amplia, una bodega para reciclar y hasta servicio de energía.
“No podemos permitir eso porque es un espacio público e insistimos hay oferta institucional. El Distrito tiene los centros de atención para habitantes de calle, los centro días, los centros noche”, indicó Diego Fernando Herrera, secretario de Seguridad.
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Organizaciones que defienden a los ciudadanos habitantes de la calle, sin embargo, han denunciado que los centros oficiales no dan abasto y a veces no atienden las particularidades de cada caso (mascotas, parejas y demás).
Esta familia “ha generado percepción de inseguridad por parte de la ciudadanía, hemos recibido quejas de los vecinos que se sienten inseguros al transitar por este sector”, manifestó, por su parte, el coronel Miguel Camelo Sánchez, comandante operativo de la Policía Metropolitana.
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Los defensores de espacio público evidenciaron una problemática de carreteros recicladores en esta concurrida zona.
A pesar del malestar de las personas que allí habitaban, el lugar fue recuperado por espacio público.
De acuerdo con las autoridades, el lugar no puede ser sellado, ya que allí se verifica el estado de las vigas del puente vehicular.
A esta familia la han sacado del mismo sitio en tres oportunidades.
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