Cuando se cree que las cosas no pueden empeorar, la montaña vuelve a moverse. Tras el derrumbe en Rosas, Cauca , el pasado 11 de enero de 2023, aún se podían ver casas en medio del hundimiento, rodeadas de árboles y sembrados, pero este jueves eso se esfumó.
La mancha verde de la vegetación que se deslizó quedó bajo el barro rojo y espeso que sigue moviéndose. A quienes vivían en esas casas solo les quedaron los recuerdos.
“La nostalgia a uno lo embarga porque teníamos la esperanza, de pronto, de salvar algunas cosas de la casa, descargar algunas cosas que se nos quedaron allá importantes, como camas, colchones”, dijo Harvey Renato Zambrano, habitante de La Soledad, una de las veredas afectada por el derrumbe en Rosas.
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Del otro lado del derrumbe en Rosas, en la vereda Párraga, los habitantes están totalmente incomunicados, aunque aún no se desploma la montaña donde viven.
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“Ya se están escaseando los alimentos, las personas se quedaron sin su fuente de trabajo, los restaurantes están totalmente cerrados y también se quedaron sin fuente de trabajo, que eso era lo que abastecía a gran parte de nuestra población”, afirmó María Angélica Caicedo, presente de la Junta de Acción Comuncal (JAC) de Párraga.
Y mientras la vía Panamericana cada vez está más cubierta por el barro que baja de la montaña, la vía alterna se ha vuelto un martirio para los conductores que regresan al centro y norte de Colombia.
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“Normalmente dicen que el tramo es de hora y media, pero por este desvío vamos aproximadamente cuatro horas”, señaló Stiven Arias, viajero.
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Además de las demoras y vías afectadas, algunos conductores denuncian cobros ilegales.
“Están siendo de alguna manera abusados por los indígenas de la zona de La Sierra, a los pasajeros y a los conductores les están exigiendo dinero para poder transitar por estas vías, por lo cual hacemos un llamado a la Policía Nacional y el Ministerio de Defensa para que intervenga”, sostuvo Ivanov Russi, gerente de Mi Terminal Cali (Terminal de Transportes de Cali).
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El derrumbe en Rosas es una tragedia con miles de damnificados. Mientras unos temen por sus vidas con el incesante sonido de una montaña a punto de desmoronarse, otros ven eterno el paso a su destino.
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La escasez por el derrumbe en Rosas
En Pasto, los efectos del derrumbe en Rosas son cada vez más graves. Actualmente, la gasolina solo se vende en pocas estaciones y las filas duran hasta 10 horas, mientras los hogares empiezan a sufrir para cocinar debido a problemas y restricciones en el suministro de gas.
En Cali, los comerciantes aseguran que productos como las verduras, tubérculos y proteína animal que ingresa desde el sur del país, están llegando muy costosos y en menor cantidad.
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En Manizales entraban a diario entre 3 y 5 camiones de 40 toneladas con papa desde Pasto, pero ahora hay un retraso de 3 días. El bulto de papa, según consumidores, se conseguía entre $90.000 y $110.000 y ahora se está vendiendo a $140.000.
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Alternativas para el desabastecimiento
Los productores respaldan la idea de tomar la vía alterna que pasa por el puente Rumichaca al Ecuador. Después ingresa de nuevo al país por La Hormiga en el departamento del Putumayo, sube a Popayán y luego a Caloto en el norte del Cauca.
Aunque por esta vía se aumentan unos 500 kilómetros de trayecto, calculan que los fletes solo se encarecerían unos 40.000 pesos más por tonelada.
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Transporte aéreo
Frente a la operación aérea, las aerolíneas que operan esas rutas, han establecido planes de contingencia. A través de un comunicado, Satena anunció que incrementará sus frecuencias en la ruta Cali-Ipiales-Cali.
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También se anunció tarifa cero en los cargos que hace la Aerocivil para que esos costos no se trasladen a los pasajeros.