El tapete verde de la Amazonía cada día cambia de color... pasa de gris a negro, producto de los miles de árboles talados y quemados.
El Ejército señaló que se viene cometiendo un ecocidio, sobretodo en biodiversidad y recursos hídricos, mientras investigadores ambientales trabajan en campañas de prevención y piden medidas para frenar esta problemática registrada también en Caquetá, Meta y Guaviare.
La deforestación afecta a miles de especies de fauna que se quedan si su hábitat, como, por ejemplo, las aves que no toleran vivir sin cobertura vegetal.
Lo cual “es lamentable en un país que es el segundo más biodiverso en todo el mundo”, expresó Alexander Velásquez, director del centro de investigación para la biodiversidad andino-amazónica de la Universidad de la Amazonía.
Publicidad
El Ejército adelantará las denuncias ante las autoridades ambientales y judiciales del país, pues solo en el departamento del Caquetá se registran más de 30 mil hectáreas de bosques taladas cada año, en zonas de difícil acceso que dificultan los controles de las autoridades.