Se conocieron nuevos detalles del gigantesco operativo para extraditar a alias ‘Otoniel’ , que estuvo rodeado de medidas extremas por aire y tierra en inmediaciones de la Dijín y la avenida El Dorado, en Bogotá.
A la 1:30 de la tarde del 4 de mayo, los casi 300 hombres que hacían parte del dispositivo llegaron al comando de la Dijín y se formaron para recibir los detalles del histórico operativo.
Las instrucciones más precisas la recibieron diez comandos especiales de la Policía que durante varios meses no se le despegaron ni por un segundo al considerado como uno de los narcos más poderoso del mundo.
Mientras estos hombres recibían las instrucciones, otro grupo especial fue llevado a la base de antinarcóticos de la Policía, desplegando en el camino francotiradores y personal de inteligencia encargado de garantizar la seguridad de la caravana.
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Una hora después, a las 3 de la tarde, alias ‘Otoniel’ salió de la celda esposado de pies y manos, con un caso y chaleco blindados. Fue subido a una tanqueta blindada que siempre hizo parte del esquema de seguridad junto con al menos 200 hombres que lo cuidaron durante varios meses en la parte más segura de la Dijín.
De la situación se enteró una de sus abogadas, la cual tenía cita para entrevistarse con el narcotraficante ese mismo día en la tarde. Un video muestra cómo la mujer corre en dirección hacia uno de los apartamentos, dice la Policía, que había alquilado y comprado la familia de ‘Otoniel’ cerca de las instalaciones de la Dijín.
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La tanqueta que trasladaba al líder del Clan del Golfo también era tripulada por el general Fernando Murillo, director de la Dijín, y al menos 10 de sus mejores comandos especiales.
Desde el aire, un helicóptero de la Policía y un dron apoyaban la caravana en la que participaban cerca de 30 policías y militares motorizados.
Durante este recorrido, cuenta uno de los investigadores, alias 'Otoniel' decía palabras de grueso calibre. También mostraba cambios bruscos entre tristeza y felicidad.
Al descender de la tanqueta le hicieron exámenes médicos y los trámites respectivos de la extradición con Migración Colombia. A las 4:40 p.m., agentes de la DEA y Marshall lo trasladaron a una zona privada para realizarle un minucioso registro.
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Solo le permitieron llevar sus medicamentos para la tensión y una muda de ropa.
A las 4:50 de la tarde salió, nuevamente custodiado, caminando hacia el avión de la DEA. Allí fue recibido por agentes federales.
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En cuanto las puertas se cerraron, el considerado socio de carteles mexicanos voló con rumbo a Estados Unidos, a donde llegó pasada la una de la madrugada, hora de Colombia.