Un ataque armado en Caloto y otro en Caldono, norte del Cauca, perpetrados por grupos al margen de la ley dejaron un saldo de cuatro guardias indígenas gravemente heridos.
Los atentados se presentaron justamente en puntos de control que los indígenas tienen en el ingreso a sus territorios. Hasta allí llegaron hombres fuertemente armados que dispararon ráfagas de fusil y lanzaron artefactos explosivos.
“Hacemos un llamado a la comunidad internacional, a los organismos nacionales, a los derechos humanos, para que tomen medidas urgentes frente a esta situación que se viene presentando en todo el departamento del Cauca con las comunidades indígenas, campesinas y afro”, dijo Hermes Pete, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC.
El líder aseguró que estos recientes atentados obedecen a un control que ejercen los indígenas para evitar que el coronavirus COVID-19 llegue a sus territorios.
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Los ataques desencadenaron, además, una persecución que terminó con la captura de cinco personas, quienes serán sometidas a un juicio en el marco de las costumbres de las comunidades indígenas.