Mencionar su nombre es imposible sin recordar a sus víctimas, centenares de personas, entre civiles, políticos, periodistas y policías.
Las imágenes que copaban no solo las primeras planas de los medios de comunicación del país, sino que se quedaron enterradas en la memoria de los colombianos por años.
Son los rostros de centenares de personas inocentes que quedaron en medio de la despiadada guerra del narcotráfico y terrorismo de Pablo Escobar.
Las cifras oficiales hablan de 402 civiles muertos y 1.710 lesionados en 623 atentados, perpetrados en ese entonces por el cartel más temido del país, el Cartel de Medellín.
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