El alcalde de Medellín , Daniel Quintero, decretó este lunes medidas urgentes para prevenir los contagios de COVID-19 en la ciudad.
Se trata de tres medidas que obligan a los medellinenses a cambiar la manera en la que solían celebrar esas fiestas: toque de queda, pico y cédula y la suspensión de los alumbrados navideños.
“El 24 (de diciembre el toque de queda) arranca a las 8 de la noche y va hasta el 26, a las 6 de la mañana, y el 31 arranca de nuevo a las 8 de la noche hasta el 2 de enero a las 6 de la mañana. Vamos a imponer pico y cédula para lo que resta de diciembre, ese pico y cédula empieza desde mañana 22 de diciembre; los días pares pueden salir los pares a hacer compras y los días impares, pueden salir los impares”, dijo el mandatario en Noticias Caracol.
El pico y cédula empezará mañana (22 de diciembre) y busca controlar el desorden de compradores y comerciantes en el centro. Para evitar otros desórdenes, los alumbrados no volverán a encenderse.
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“Los alumbrados quedan suspendidos hasta lo que queda de diciembre, se reactivarán nuevamente en el mes de enero para evitar aglomeraciones que se vienen presentando”, indicó el mandatario.
Las autoridades dicen estar preparadas para contener la eventual desobediencia social durante el 24 y 31, días de Navidad y Año Nuevo.
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“Habrá un despliegue muy importante de fuerza pública, no solo de policías sino del ejército acompañando sobre todo en el área rural”, manifestó el general (r) José Gerardo Acevedo Ossa, secretario de Seguridad de Medellín.
El castigo al mal comportamiento, precipitado por el aumento de casos y ocupación de camas UCI, regirá en Medellín.