Colombia y Nicaragua estarán de nuevo ante la Corte Internacional de Justicia por el litigio que sostienen ambas naciones por las fronteras marítimas en el mar Caribe. La demanda fue interpuesta por el país centroamericano.
Desde Managua afirman que Colombia no ha cumplido con lo que estableció el tribunal en el fallo de 2012, cuando reconoció la soberanía sobre San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
La sentencia, además, trazó una línea fronteriza que despojó a Colombia de la soberanía de 75 mil kilómetros de mar territorial, que ahora pasó a manos de Nicaragua.
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“Nicaragua considera que hay un incumplimiento por parte de Colombia como consecuencia de varias cosas. Una de ellas es que Colombia ha dicho que la única opción para modificar una frontera marítima es un tratado y no estamos cerca de tenerlo”, manifestó Ricardo Abello, profesor de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario.
A lo que se refiere el especialista es al argumento que presentó Juan Manuel Santos, expresidente, sobre ese fallo y que lo llevó a anunciar la salida del Pacto de Bogotá, suscrito en 1948 y que sometía al país a la jurisdicción de La Haya.
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“Las fronteras terrestres y los límites marítimos entre Estados no deben quedar en manos de una corte, sino que deben ser fijados por mutuo acuerdo entre las naciones”, manifestó Santos el 28 de noviembre de 2012.
La audiencia para dirimir la demanda de Nicaragua es el próximo 20 de septiembre y allí ese país reiterará, entre otras cosas, el supuesto uso de la fuerza de naves colombianas en la zona limítrofe.
“Nicaragua alega que Colombia ha usado la fuerza para hacer requisiciones a los buques nicaragüenses que faenan en los espacios marinos que aún pertenecen a Colombia y que Colombia puede ejercer control en virtud de la reserva Sea Flower”, manifestó José Antonio Rengifo, profesor de Derecho Internacional de la Universidad Nacional.
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Por su parte, Colombia presentó contrademandas en las que alega que Nicaragua ha impedido el acceso a las comunidades raizales a las faenas y otra es que el país centroamericano no ha respetado las vedas.