La cultura sidrera asturiana, los Cuadros vivos de Galeras, en Colombia, la fabricación del queso en el estado brasileño de Minas Gerais y la preparación del casabe en Cuba, Haití o Venezuela fueron reconocidas este miércoles desde Paraguay como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En la tercera jornada de la decimonovena sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, 28 de las 58 candidaturas presentadas celebraron su incorporación en este listado que reúne diversas prácticas, tradiciones y expresiones culturales.
Latinoamérica y el Caribe, presentes
Colombia, Brasil, Guatemala, así como Cuba, Haití, Honduras, República Dominicana y Venezuela llevaron parte de su acervo cultural a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La viceministra colombiana de Patrimonios, Memorias y Gobernanza Cultural, Saia Vergara Jaime, celebró la incorporación en el listado de la Unesco de los Cuadros vivos de Galeras, en el caribeño departamento de Sucre, como un reconocimiento al trabajo comunitario y colaborativo de las comunidades que crean estas representaciones cada año desde el siglo XVIII.
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Por Brasil fue reconocida la elaboración del queso artesanal en Minas Gerais, que la embajadora delegada permanente de ese país ante la Unesco, Paula Alves de Sousa, consideró contribuye con la seguridad alimentaria, ya que su producción se hace de "manera sostenible".
Cuba, Haití, Honduras, República Dominicana y Venezuela promovieron la práctica y elaboración del casabe, un producto que para el delegado permanente adjunto de Haití ante la Unesco, Louis Marie Montfort, representa la resiliencia alimentaria de su pueblo en "momentos difíciles".
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Otra práctica latinoamericana aceptada fue la creación de cometas gigantes de Guatemala.
Y desde el Caribe, el Comité incorporó la peregrinación de renacimiento de la comunidad jamaicana de Watt Town y el Shakespeare Mas, como se conoce a las comparsas de enmascarados que recorren la isla de Carriacou en Granada.
Sidra, símbolo de una cultura
La cultura de la sidra asturiana fue una de las elegidas en el encuentro que se celebra en la ciudad de Luque, que recibió al secretario de Estado de Cultura de España, Jordi Martí Grau, a la consejera de Cultura, Política Lingüística y Deportes del Principado de Asturias, Vanessa Gutiérrez, y al embajador español ante la Unesco, Miquel Iceta, como parte de la delegación que promocionó esta bebida alcohólica elaborada con el zumo fermentado de la manzana.
Al celebrar la decisión, Martí destacó a la sidra como una bebida "símbolo" de Asturias, que los "explica como colectivo".
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"La sidra nunca, jamás, se puede beber solo, es una bebida comunitaria, es una bebida que se vive en grupo, en familia, con amigos. Es una bebida que expresa el sentido colectivo", expresó el funcionario, para quien la sidra "es mucho más que una bebida", es un "símbolo de una cultura", "de una comunidad".
Más incorporaciones
Unas 21 expresiones más de África, Asia y Europa fueron admitidas en el listado, entre ellas la cultura de las ferias en Bélgica y Francia; la canción folclórica tradicional Sevdalinka de Bosnia y Herzegovina; y la preparación del mulgi puder o puré de papa de la región de Mulgimaa, en Estonia.
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Se sumaron al patrimonio inmaterial las técnicas usadas por los techadores de zinc parisinos y ornamentistas en Francia; la danza húngara la zarda; la festividad griega de Messosporitissa y el Vytsinanka, el arte de cortar papel en Bielorrusia.
El festival de primavera que marca el comienzo del año nuevo en China; la ceremonia religiosa de Mehregan, postulada por Tayikistán e Irán; el arte de fabricar y tocar el rubab en Afganistán, Irán, Tayikistán y Uzbekistán; y las expresiones asociadas al tejido del krama, en Camboya, fueron los aportes desde Asia.
Se destacó igualmente la fabricación de la blusa kebaya, en Brunéi, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia; el festival de la diosa Bà Chúa Xứ en la montaña Sam de Vietnam; el traje coreano; los conocimientos para la elaboración del sake en Japón; y la cultura del desayuno en Malasia, entre otras.
Desde África fueron incluidas las tradiciones Ngondo de Camerún; el tejido hecho con tiras de seda kente de Ghana; y las técnicas de la elaboración del attiéké de yuca en Costa de Marfil.
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