Cruzar un puente de Transmilenio v se ha convertido en una trama de terror para los ciudadanos porque los ladrones se están robando las láminas y la gente tiene que dar saltos para poder atravesarlo sin caer al vacío. La peligrosa estructura es la de la autopista Sur con avenida Villavicencio, en Bogotá.
Los delincuentes aprovechan las noches para desarmar el puente de Transmilenio y vender lo que arrancan por cualquier peso.
Pero no es lo único que están desvalijando los hampones de Bogotá.
Cámaras de seguridad muestran cómo, por ejemplo, en Engativá usan cuerdas para arrancar los avisos informativos de los paraderos del SITP, todo a plena luz del día.
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Ni las canecas de las calles se salvan. Están hechas en acero inoxidable y cuestan alrededor de 750.000 pesos, pero en las chatarrerías se las compran a los ladrones en unos 10 mil pesos.
Pese a que han sorprendido a algunos de los delincuentes que roban el mobiliario de Bogotá, como las láminas del puente de Transmilenio, por la cuantía de los objetos no son judicializados y quedan libres.
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