Los carrotanques que adquirió la UNGRD, para suplir de agua a las comunidades indígenas de La Guajira, se están pudriendo en dos bases militares y los que iban a ser beneficiarios continúan tomando líquido de sucios pozos. Esta es la crónica de una promesa fallida.
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El 20 de enero de 2024, el anuncio del gobierno del presidente Gustavo Petro de agua para La Guajira se cumplía al menos en videos.
Sneyder Pinilla, exsubdirector de la UNGRD, no se ahorró nada para destacar que 40 carrotanques iban a llevar el líquido vital a todos sitios de La Guajira.
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Pasó el mes de febrero, los carros no arrancaban y presentaron dificultades en sus papeles, en las pólizas y en las matrículas.
“Aquí, desde que trajeron esos camiones, yo nunca he visto ninguno repartiendo agua”, dijo en Noticias Caracol en vivo un habitante de La Guajira.
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La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), como podía, mandaba a hacer videos para decir que al menos unos cuentos ya estaban en las rancherías abasteciendo de agua a las comunidades. Los carrotanques se convirtieron en caos y no en una solución.
El escándalo por los sobrecostos y la corrupción fue un polvorín en mayo para los funcionarios de la unidad, señalados y con aperturas de investigación por doquier.
El agua para La Guajira nunca llegó
Hoy, en pleno septiembre, nueve meses después de que fueran anunciados con bombos y platillos, a los carrotanques los devora la maleza, en dos batallones del Ejército en Uribia y en Riohacha.
Los vidrios se han estallado por las altas temperaturas y la mayoría de los vehículos están en los rines, por el deterioro de las llantas.
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“Vemos unos carros en estado de abandono y tirados en los batallones. Señor presidente Gustavo Petro, ¿qué pasa con este tema? Queremos explicaciones públicas del presidente y la Fiscalía. Queremos saber quiénes son los directos responsables dentro del departamento de este masivo y funesto robo hacia los niños indígenas wayú de La Guajira”, sostuvo Eudes Romero, líder social.
Los carrotanques para La Guajira se están pudriendo
La falta de agua al interior de las comunidades indígenas sigue siendo la problemática. Entre tanto, los carrotanques del escándalo de la UNGRD, que debían suplir la necesidad del agua, se siguen dañando.
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“Esos vehículos no se pueden convertir en un símbolo de la corrupción y menos en un resguardo indígena. Entonces, el Gobierno Nacional debe acelerar este proceso de judicialización y de identificación para que los responsables de este acto paguen por los hechos que se están presentando en este departamento”, manifestó José Silva Duarte, director de la ONG de Derechos Humanos Nación Wayú.
Hoy, las comunidades de La Guajira más necesitadas de agua siguen en lo mismo: saciando su sed en los viejos pozos o plantas cercanas, porque la promesa de los carrotanques nunca se cumplió.
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