La violencia sigue golpeando al departamento de Nariño. Más de 400 familias salieron desplazadas de la zona rural de Samaniego por los enfrentamientos entre las disidencias y el ELN en zona rural.
Con la tristeza de haber tenido que abandonar su territorio, llegaron más de 400 familias al casco urbano de Samaniego, huyéndole a la violencia.
“Esto duele mucho en el corazón. Mire, hoy los desplazados somos de Betania, ¿cuántos más irán a ser? Todos los días están llegando desplazados y yo digo que, para algunos, no pasa nada”, indicó María Edina Melo, ciudadana desplazada.
La crisis humanitaria se agudiza con los días por los enfrentamientos de grupos armados. El alcalde de Samaniego, Óscar Pantoja, se pronunció al respecto.
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"Estamos viviendo el mismo flagelo que es la violencia, la cual se suscita desde hace varios días entre los grupos al margen de la ley, disidencias de las FARC y el ELN", dijo.
Las autoridades locales aseguraron que el Gobierno nacional no ha hecho nada en sus territorios.
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"No ha habido respuesta certera por parte del Gobierno nacional. Nosotros exigimos la presencia del señor presidente en territorio, en Samaniego, que evidencie lo que está sucediendo realmente. Miramos con mucha tristeza que no ha habido atención del Gobierno nacional", agregó el alcalde de Samaniego.
En lo corrido del año se han registrado 32 desplazamientos forzados en Nariño. José Obregón, secretario de Gobierno del departamento, enfatizó que se podría hablar de 16.000 desplazados en municipios de la costa, Piedemonte Costero y Samaniego.
Para el próximo sábado, 26 de agosto de 2023, se anunció la visita de la Alta Consejería de las Regiones. Sin embargo, hasta el momento no se han tomado acciones para retomar el control en la zona.
Situación en Cauca
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Por otro lado, durante el puente festivo y durante este año, el Cauca ha sido epicentro de violencia por parte de grupos armados ilegales que hacen hostigamientos a la fuerza pública y afectan a las comunidades que quedan en medio del fuego cruzado.
Recientemente se presentaron enfrentamientos entre las disidencias de Carlos Patiño y tropas del Ejército Nacional en el municipio de Balboa, Cauca.
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Noticias Caracol dialogó con las comunidades, quienes aseguran que han sido testigos del recrudecimiento de los hechos bélicos del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC hacia unidades militares y de Policía, la fuerza pública y la población civil.
Dicen que están cansados y desesperados de sufrir la guerra, de ver vidas apagarse y que nada pase.
Este año ha habido varios consejos de seguridad, alertas tempranas y hasta la presencia del propio presidente Gustavo Petro para atender esta situación. No obstante, desde la población dicen que nada cambia.
Hay población confinada, desplazada y atemorizada por las incursiones armadas, los ataques terroristas y las confrontaciones entre grupos ilegales y la fuerza pública.
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“Había una esperanza en los diálogos bilaterales que se estaban adelantando entre las FARC y el Gobierno nacional, junto a los anuncios del cese bilateral, pero con desesperanza hemos visto este nivel de reconocimiento que afecta a la población civil, que se suma a una racha de asesinatos. No es necesario que se demuestre con acciones bélicas que cuestan vidas. El departamento del Cauca requiere con urgencia hechos de paz concretos, que todos los diálogos que se adelantan del nivel nacional sean de alguna forma efectivos”, dijo Edwin Mauricio Capaz, presidente del CRIC.
Hechos de paz concretos es lo que pide la población, aseguran que de no ser por la organización social que tienen las comunidades indígenas, campesinas y afro, la atención humanitaria de esta situación sería mucho peor.
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