Detrás de la crisis deViva Air
hay una muy compleja disputa empresarial por el control de esta aerolínea de bajo costo. Los problemas de esta compañía aérea empezaron cuando la pandemia del COVID-19 llegó a Colombia.
En la época del coronavirus, Viva Air se endeudó y no pidió ayuda al Gobierno nacional, pero otras aerolíneas sí lo hicieron.
Así la situación, a la crisis del 2020 se le sumó el panorama que se vive hoy con el precio del dólar alto y además el elevado costo del combustible.
Todo lo anterior ocasionó que, hace siete meses, Viva Air declarara no tener capacidad financiera y se acogió al proceso de reorganización ante la Superintendencia de Sociedades.
En abril de 2022 y en una maniobra aparentemente para salvar a la aerolínea, los dueños de Viva Air vendieron el 100% de los derechos económicos a Avianca mediante un trueque: por el 100% de Viva Air recibirían el 10% de Avianca.
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Cuatro meses después de esa operación, Viva Air pidió permiso a la Aeronáutica Civil para esa compra por parte de Avianca.
No obstante, la Aerocivil se lo negó por posible monopolio o restricción a la libre competencia. Sin embargo, hoy el pleito sigue en revisión.
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Falta escuchar a las partes que se declararon afectadas por la integración, tales como las aerolíneas Latam, Aerolíneas Argentinas, Jetsmart y Wingo.
Entretanto, la Superintendencia de Industria y Comercio abrió una investigación a Avianca y a Viva Air por una supuesta integración indebida. El organismo dice que el trueque se hizo sin autorización y con mecanismos anticompetitivos que terminaron ahorcando a la aerolínea que hoy atraviesa una crisis.
Autoridades presumen que la decisión de Viva Air de parar sus aviones es una maniobra adicional para presionar que le autoricen la integración con Avianca. Ambas aerolíneas lo negaron.
Viva Air es apetecida por Latam y por Jetsmart, ya que esta aerolínea tiene rutas asignadas, flota de aviones, clientes y su precio cada vez es menor.
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