Un nuevo giro dio el caso de Johana del Carmen Montoya Rosario, la mujer que degolló a sus tres hijos en el departamento del Atlántico en 2015. La Corte Suprema de Justicia ordenó evaluar la condena de 60 años en su contra y modificó parcialmente la pena sentenciándola a pasar 20 años en un centro psiquiátrico.
Así la situación, la mujer fue considerada por el alto tribunal como “autora inimputable” de ese triple homicidio.
Según la sala de casación penal del alto tribunal, dentro de la condena de la mujer se deben considerar las “circunstancias de vida y contexto social, cultural, económico, así como el entorno de maltrato” que sufrió desde que tenía apenas 12 años.
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La Corte Suprema de Justicia manifestó que Johana del Carmen Montoya quedó en embarazo por primera vez a los 15 años y que “nunca recibió apoyo de los padres de sus hijos”. Además, que no tuvo acceso “a la educación más allá del segundo grado de primaria”.
En ese orden de ideas, se conoció que la mujer padeció un “trastorno esquizoafectivo para el que nunca recibió tratamiento”.
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Así la situación, el juicio contra Johana del Carmen Montoya debió contar con una “valoración contextual del delito bajo un enfoque de género, el cual resultaba relevante para examinar la culpabilidad de la acusada, la necesidad de la pena y la posibilidad de reconocer que actuó bajo circunstancias de menor punibilidad”.
Cabe destacar que la mujer degolló, uno a uno, a sus pequeños hijos. Posteriormente, trató de quitarse la vida cortándose las muñecas y el cuello.
No obstante, su compañero sentimental la encontró todavía con vida y fue trasladada a un centro asistencial.
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