Ríos de gente se lanzaron a las calles de Bogotá en motos, ciclas y carros para celebrar el Halloween. Es un reprochable comportamiento, dicen los expertos, teniendo en cuenta la pandemia del coronavirus.
Los primeros en hacerlo fueron los ciclistas, que partieron desde el estadio Nemesio Camacho El Campín con rumbo al Parque Nacional.
Entre tanto, cientos de motociclistas recorrieron la carrera séptima y causaron monumentales trancones.
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Por último, tripulantes de automotores hasta lanzaron fuegos pirotécnicos.
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Lamentablemente, se espera que para el viernes y sábado se presenten caravanas y aglomeraciones más numerosas. ¿Y la Policía?