Inicialmente, se contempló que la aerolínea que realizaría el primer vuelo entre Venezuela y Colombia este lunes, 26 de septiembre, sería la estatal Conviasa, pero sus presuntos vínculos con el narcotráfico que aún la mantienen en la lista Clinton le impidieron alzar vuelo hacia suelo colombiano.
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Por lo tanto, el gobierno Maduro tuvo que optar por un plan B que fue anunciado por el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti.
“La aerolínea venezolana Turpial Airlines acaba de recibir autorización de Aerocivil de Colombia para aterrizar en Bogotá el próximo lunes 26 de septiembre, proveniente de Caracas”, trinó.
Así las cosas, Turpial Airlains, compañía privada fundada en el 2016, será la encargada de retomar la ruta Caracas-Bogotá, mientras la aerolínea colombiana Wingo hará el primer vuelo Bogotá-Caracas el próximo 4 de octubre, lo que para el sector turístico, literalmente, supone buenos aires tras años de cierre fronterizo.
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“En el sector hotelero pasamos de tener ocupaciones promedio del 50 o 55 % al 38 % en el 2016 cuando se dio el cierre abrupto de la frontera”, afirmó el presidente de Cotelco en Norte de Santander, Amílcar Mirep.
No obstante, piden ampliar la conexión aérea con la ciudad de Cúcuta.
Uno de los rostros de la migración por las trochas ante la imposibilidad de volar por cerca de 7 años entre los dos países es Ivón García, venezolana residente en Colombia, quien ha vivido un viacrucis para poder regresar a su país a visitar a su familia.
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“Me fui al terminal norte hasta Cúcuta y de ahí, de Cúcuta, pues estaba el puente Simón Bolívar cerrado. Entonces me metieron por una trocha peligrosa porque salía gente de la nada entre las matas. Te prohíben sacar el teléfono, decían tanto por el equipaje, te quitan dinero y ahí el río estaba demasiado crecido”, relató.
Espera que esas experiencias solo se queden en recuerdos con la reapertura de la frontera.
Según el embajador Benedetti, desde este lunes y hasta el 30 de diciembre se operarán 27 vuelos entre las dos naciones.