El consumo frecuente de frutos secos es un aliado, en especial, de la salud cardiovascular. Debido a que son ricos en diversos nutrientes, disminuyen, por ejemplo, la inflamación relacionada con condiciones cardiovasculares y contribuyen en la prevención, entre otros, de la tensión alta y de condiciones metabólicas como la diabetes; además, su aporte de ácidos grasos saludables ayuda a reducir los niveles de colesterol.
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Si hay una manera saludable de matar el hambre, es con el consumo de frutos secos.
"Como su nombre lo denomina, son frutos que se secan del árbol, se caen y su característica fundamental es que son muy densos en lo que llamamos ácidos grasos esenciales, buenos ácidos grasos", comentó Luis Miguel Becerra, presidente de la Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas.
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También tienen minerales como potasio y calcio; oligoelementos como selenio y zinc y fibra, entre otros nutrientes. Es por eso que no deben faltar a diario almendras, pistachos, marañones, macadamia o nueces de Brasil.
"La dosis promedio que recomienda la Organización Mundial de la Salud es entre 25 y 30 gramos de frutos secos al día que es más o menos un puñado de lo que uno encuentra normalmente. Es por eso que la mayoría de paquetes que nosotros encontramos de frutos secos en el mercado están entre los 25 y los 30 gramos", acotó Becerra en diálogo con Noticias Caracol en vivo.
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¿Qué otros beneficios tiene el consumo de frutos secos?
Los beneficios no son solo para la salud cardiovascular, pues “hay estudios que han demostrado que el consumo de entre 30 y 60 gramos, es decir, el doble de la porción, normalmente sobre todo en nueces del Brasil y de marañones, pueden llegar a contribuir a mejorar el estado de ánimo de una persona a base de la producción de serotonina y dopamina", manifestó el experto.
El consumo de frutos secos no se recomienda para personas "menores de seis meses, las personas que tienen alergia a los frutos secos que se puede desarrollar en los primeros años de vida, personas que tienen algunas patologías como la disfagia y algunos problemas para tragar deben tener cuidado con el uso de los frutos secos; y en particular personas que tengan algunas alteraciones con la vesícula biliar", dijo Becerra.
El consumo es preferible en la mañana entre comidas y sin aditivos, es decir sin sal ni azúcar. El maní no es un fruto seco; es una leguminosa, así que no lo confundan, pues en lugar de aportar ácidos grasos saludables, lo que más tiene es proteína y carbohidratos. Las semillas tampoco se clasifican como frutos secos, pero pueden hacer una muy buena mezcla y una fruta deshidratada tampoco hace parte de esta lista.
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