El contoneo de sus alas y su encantadora mirada hacen que los caleños vean reflejado su sabor y picardía en el Tororoi bailador, una especie de ave que fue tiene como fiel compañero a un guardabosques de la ciudad que antes trabajaba en minería ilegal.
>>> Puede interesarle: Durante la Feria de Cali se le rendirá homenaje a la nueva especie de ave descubierta en la ciudad
Tororoi bailador, un ave que se roba todas las miradas
El Tororo bailador es, para muchos, el rey del Parque Nacional Natural Farallones de Cali, un privilegiado ecosistema donde en 2017 fue vislumbrada por primera vez por un grupo de investigadores por la Universidad Icesi.
A día de hoy, este pájaro, conocido como Salsita, es una de las especies más estudiadas y cuidadas del país.
Publicidad
Desde hace varios meses, puntual y con su característico movimiento, llega al mismo lugar secreto en Los Farallones para encontrarse con su cuidador y mejor amigo, don Bertulio Bermúdez, un experimentado guardabosques de 65 años que cambió las actividades ilegales por el cuidado de la naturaleza.
"Es muy importante para todo el mundo. Tiene en particular el movimiento que ella hace y, por eso, le decimos Salsita", comentó Bermúdez, quien actualmente trabaja para el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente de Cali, Dagma.
Publicidad
El Tororoi bailador tiene pelaje café, cuerpo redondo y no mide más de 8 centímetros, por lo cual a veces es difícil observarlo. El guardabosques dice que, para atraerlo, toca un tarrito y grita 'Salsita', un llamado que inmediatamente es atendido por el ave.
"Ya me conoce y me llega ahí, a la parte donde le estoy alimentando. Le llevo tenebrios y también lombrices", describió.
Un cambio de vida para Salsita
En diálogo con Noticias Caracol en vivo , don Bertulio dice que la aparición de Salsita fue como un premio y una nueva oportunidad que la vida le dio a él y su familia después de dejar de lado el oficio de aserrar, un trabajo que hacían, admite, por la necesidad y la falta de oportunidades.
Publicidad
"Uno ve el daño que hace. Aquí tenemos unos árboles que tienen más de 200 años y uno con una motosierra en 10 minutos lo desaparece. No hay como uno trabajar correctamente, libremente. Mejor proteger que dañar", aseveró el valluno, quien desde el 2009 trabaja de la mano del Dagma para preservar la biodiversidad.
Otro de los miembros de Los Farallones que cambió su vida por defender este parque natural es don José Ricaurte, de 71 años, quien antes era un arriero que se dedicaba a llevarle víveres e insumos a los trabajadores de las minas.
Publicidad
Cuenta que, después de que la Policía capturara a una docena de mineros y destruyera varias excavaciones, quedó sin el sustento de su familia, pero las autoridades ambientales, sin importarles su edad y valorando toda la sabiduría de casi 70 años en la zona, le tendieron la mano y lo nombraron como guía turístico.
"Los primeros que estudiaron de guía turístico fueron los hijos míos. Lo más bonito del ser guía turístico es que uno tiene un intercambio con personas que uno no ha conocido. Hay unos que se prestan muy bueno para uno charlar y hay personas que le ponen atención a la historia de uno", comentó el septuagenario.
En la COP 16, la Alcaldía de Cali está promoviendo el ecoturismo, el recorrido por atractivos naturales de la ciudad, para que los visitantes puedan vivir experiencias únicas de mano de los locales.
>>> Le recomendamos: Delegaciones de la COP16 conocieron de cerca los Farallones de Cali: "Hay muchos colores"