Noticias Caracol sigue del lado de la gente afectada por cuenta de la avalancha en Quetame , Cundinamarca. Esta ocasión conoció el dramático caso de un campesino que relató cómo sobrevivió a la tragedia, y, a pesar de estar herido, logró rescatar a su esposa.
Don José Antonio está vivo de milagro, lo reconoce y le da gracias a Dios. Él y su familia fueron arrasados por la avalancha en la vereda Naranjal. El ciudadano recordó esos momentos de angustia.
“Estábamos ahí cuando escuchamos un ruido muy fuerte, un totazo, y entonces nos salimos de ahí. Yo alcancé a ver cuando los postes de la luz venían parados todavía y unos carros se movían de lado a lado en la carretera, nos salimos del lugar, alcancé a pasar un portón que había, ya venía bajando otra avalancha más arribita, esa fue la que me tumbó a mí y a mi esposa”, manifestó José Antonio Velásquez.
Golpeado y con barro en su cara, el ciudadano sacó fuerzas para encontrar a su esposa, quien en medio de los escombros clamaba por ayuda.
Publicidad
“Me agarré de la columna de la escuela y me paré, escuché que alguien decía que la ayudara y yo, pues, no podía ver y, además, tenía la boca llena de arena. Sin embargo, me fui para la parte de allá y una persona me decía que le ayudara y era mi esposa, estaba ahí, yo llegué y la saqué de ahí”, agregó.
Los dos esposos, encontrándose en el lodo, se volvieron a abrazar para huir del derrumbe y salvarse de esta tragedia. Caminaron horas hasta que los auxiliaron: “Salimos, yo grité y me escucharon, se vino la gente con linternas y nos rescataron, luego nos llevaron hasta Cáqueza”, dijo.
Publicidad
José Antonio y su esposa fueron llevados a una clínica en la capital. Allí fueron atendidos. Él fue operado y en una de sus piernas le incrustaron clavos. Entretanto, su esposa sigue en recuperación.
“Me estoy recuperando, hasta ayer me dieron salida. Un milagro, gracias a dios y a la virgen”, indicó José Antonio Velásquez.
Los 40 años de vida que construyó en la parte alta del Naranjal se perdieron en cuestión de minutos: “La finiquita se perdió, nos quedamos sin ropa, sin nada, la vida no más”, anotó.
En medio del dolor y con algo de nostalgia, José Antonio se recupera consciente de que su historia pudo terminar peor.
Publicidad