Cara a cara, así se vieron por primera vez en Caicedo los exmiembros de las antiguas FARC y los familiares del gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria , secuestrado y asesinado junto a su asesor de paz Gilberto Echeverri y ocho militares más en 2003.
Irene Gaviria, con dolor y su voz quebrantada, exigió justicia por las miles de voces que callaron los fusiles, entre ellas, la de su hermano.
“Hasta que el reconocimiento de la verdad sea igual de sincero, de generoso, de incontenible, nada que podamos decir o hacer las víctimas podrá liberarlos del estado deshumanización al que los llevó esa guerra que los llevó a acabar con tantas vidas, que es imposible contarlas”, dijo la exdirectora del diario El Mundo de Medellín.
“Por eso pedimos perdón a todas las víctimas y a las familias de los mártires de la paz: Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverri”, expresó Juansi María Orrego, excomandante del frente 34 de las extintas FARC.
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La desaparecida guerrilla también reconoció su responsabilidad en atentados en el municipio, hurtos a cafeteros y extorsiones.
“Usamos de manera desproporcionada nuestra fuerza ocasionando grandes afectaciones a los caicedeños, acciones tales como el secuestro del gobernador Guillermo Gaviria y el ex ministro de Defensa y consejero de paz Gilberto Echeverri”, pronunció Orrego.
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Aunque estos acercamientos no borrarán los crímenes, las familias valoran que los exguerrilleros hayan asumido la responsabilidad porque antes del perdón buscan verdad, justicia y reparación.