La crisis humanitaria en el Chocó
crece con el paso de las horas por el paro armado del ELN y los combates de esta guerrilla con el Clan del Golfo, que tienen en el encierro prácticamente total a por lo menos 9 mil habitantes de Istmina, Nóvita, Medio San Juan, Litoral del San Juan y Sipí. Juan Rivas, alcalde de esta última población, afirma que el confinamiento que padecen sus coterráneos es peor que el que vivieron en la pandemia.
- “Chocó es una bomba de tiempo”: gobernador hace llamado para sumar al Clan de Golfo al cese al fuego
“La gente está cohibida, secuestrada, estancada, aguantando hambre, simplemente recibiendo lo que le puede llevar la administración. Hoy la gente ya no puede salir de las casas ni a buscar el pancoger”, afirmó.
Pero no es solo el paro armado del ELN en Chocó lo que los afecta, también el enfrentamiento de esa guerrilla con el Clan del Golfo.
La situación “es bastante traumática debido al orden público por los actores que pelean el territorio constantemente. La verdad es que no hemos tenido tranquilidad en el municipio en esta administración, de octubre del 2021 hasta acá”, recalcó.
“Hay combates, confinamientos, desplazamientos y paros armados indefinidos cada mes, cada 15 días, cada 3 semanas, cada 8 días”, expresó el alcalde de Sipí, y añadió que “los combates empiezan a veces en la tardecita, en las noches o a veces en horas del mediodía, es intermitente, en cualquier momento se presentan”.
Publicidad
Sobre el corredor humanitario que supuestamente permitió el ELN para abastecer a las poblaciones afectadas, Rivas sostuvo que “no se llegó a las 24 horas. Alcanzamos a llevar la alimentación al río Sipí, a las siete comunidades confinadas y otras comunidades desplazadas en cabecera, pero hacia las tres de la tarde ya no podían transitar los botes”.
Cuestionó que la guerrilla hable de cese al fuego bilateral porque “ahora es donde más guerra estamos viviendo en Sipí, como en los años del 2003, 2004, 2007, que se tomaban a la cabecera municipal”.
Publicidad
“Ahora estamos viviendo el flagelo de la guerra en el área rural”, precisó, por lo que pidió a los gobiernos, departamental y nacional, “que nos ayuden. No tenemos por qué estar pagando este flagelo de la guerra la gente inocente”.
Situación en el Bajo San Juan por el paro armado del ELN
Ya son cinco paros armados del ELN
, en lo que va de 2023, lo que han padecido los habitantes de la zona. El río San Juan es uno de los corredores fluviales más importantes del Chocó, pues por allí se mueve casi el 70% de la economía de las poblaciones del sur del departamento.
“Cien botes diarios se movilizan aproximadamente hacia el Bajo San Juan y en este momentico ni uno se está movilizando”, dice con preocupación Jackson Valderrama, habitante de Istmina.
Américo Mosquera, habitante de ese municipio, afirma que “la autoridad en esta región son los grupos al margen de la ley, desde Tadó para toda la región del San Juan”.
Publicidad
Los líderes de la región aseguran que las autoridades tampoco han respondido al clamor de las comunidades. “Se habló de unos alivios humanitarios en el litoral del San Juan, donde se iban a entregar unas ayudas humanitarias y hasta hoy no vemos el interés del Gobierno nacional”, expresó Felipe Martínez, representante del consejo comunitario general del San Juan.
Luis Murillo, defensor del Pueblo de Chocó, dijo que “el 85% de las comunidades que está en este paro armado todavía no recibe ninguna clase de asistencia humanitaria”.
Publicidad
En Negria, Noanamá y San Miguel, se refugian seis comunidades desplazadas. Allí llevaron provisiones, pero solo alcanzarán para dos días más.
Todas las actividades, incluso el acceso a la salud y educación, permanecen paralizadas por el paro armado del ELN.
¿Qué dice el Gobierno nacional?
En un comunicado de la oficina del comisionado de Paz, el gobierno exigió “al ELN levantar el paro armado y rechazamos estas acciones violatorias al derecho humanitario”.
Por su parte, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, afirmó que “bloquear a una población es completamente la antítesis de mandar mensajes de convivencia. Quiero recordarle al ELN que un proceso de paz lo puede negociar el gobierno con una organización insurgente, pero lo valida es la sociedad, y la sociedad frente a estos hechos evidentemente genera un rechazo”.