Con sentimientos encontrados, el comando especial y francotirador Ismael Lizcano termina su servicio a Colombia en las Fuerzas Militares.
"Triste porque dejamos el uniforme, que lo hemos portado con mucho orgullo, con sentimiento”, dijo el soldado profesional, que también expresó alegría porque ahora va a compartir con su familia luego de 20 años en los que no estuvo.
Lizcano entregó la mitad de su vida a combatir a grupos ilegales y, por su habilidad y disciplina, se convirtió en el mejor francotirador de las fuerzas especiales.
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"Tener una preparación sicológica, mental. Sobre todo, prepararse para ser un gran tirador y, sobre todo, entrenamiento", afirmó.
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Y aunque el comando Lizcano ya perdió la cuenta de las operaciones en las que participó, recuerda, junto a su esposa, una en la que casi pierde la vida en el departamento del Cauca.
"En esa operación yo avancé y ahí me levantó la mina, caí a un hueco, me levanté y me sacudí y, cuando caminé 20 metros, la segunda mina la pisé con el otro pie", contó.
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"No lo creí, una vez lo cogió una mina y me llamaron y fue difícil porque no me daban razón, pero gracias a Dios aquí está", señaló Marcela Terrios, esposa del comando especial Lizcano.
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Por primera vez, las Fuerzas Militares rindieron homenaje a 152 comandos especiales, que inician su retiro hacia la vida civil.
"A ellos les debemos los éxitos operacionales estratégicos más importantes que ha tenido a través de la historia de los últimos 19 años en Colombia. Es a ellos que tenemos que decirles ‘gracias’”, dijo el general Federico Mejía, comandante de la División de Fuerzas Especiales.
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El oficial agregó: “Es un culto que les hacemos, es un homenaje, la última imagen que se puede llevar el soldado profesional en Colombia después de haberle dicho al país ‘misión cumplida’".
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Por unas horas, estos hombres dejaron el camuflado que con orgullo portaron por años y se vistieron de gala para ser despedidos y premiados como los mejores en las Fuerzas Militares de Colombia.
Durante el próximo año, estos hombres recibirán capacitación y acompañamiento para integrarse a la vida civil, después de dos décadas arriesgando sus vidas y haciendo patria.