La Policía adquirió el sistema tecnológico estadounidense conocido como Satloc de cuarta generación, que, según la institución, es pura inteligencia artificial para ubicar con precisión los cultivos ilícitos.
Este sistema se complementa con el estudio previo de los sensores y satélites, que ubican los cultivos ilícitos en mapas de calor y medición, información que luego se traslada a un equipo ubicado en los aviones.
“Las aeronaves, que son de alta precisión, geolocalizadas, se encuentran ya en la base de San José del Guaviare. Los helicópteros, los jungla que van a prestar todo el apoyo y las tripulaciones se encuentran entrenadas”, indicó el director de la Policía Nacional , general Jorge Luis Vargas.
Los aviones Air Tractor de la Policía, diseñados para la tarea agrícola, ya fueron adecuados con un nuevo sistema de boquillas, que, según las autoridades, expulsan un tamaño de gota propicio para que no sea susceptible a que se evapore o se la lleve el viento.
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Además esta tecnología bloquea la fumigación si la temperatura, velocidad del viento o humedad no están dentro de los parámetros.
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La mezcla para el glifosato será 1% de coadyuvante mineral, elemento que -aduce la Policía- ayuda a que la gota sea más pesada, caiga en la zona elegida y no se disperse en el aire.
Sobre la posible fumigación en zonas protegidas, el gobierno respondió:
“¿Se debe hacer consulta previa? Sí, siempre y cuando se vayan afectar territorios indígenas o étnicos, es decir las minorías”, indicó el ministro de Justicia, Wilson Ruiz.
Las autoridades insisten en que esta concentración es menos invasiva y contamina menos que la anterior, que tenía un 10 por ciento más de glifosato.
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