En La Mojana y en Sincelejo, departamento de Sucre, centenares de jóvenes se han visto afectados por las fuertes lluvias que azotan a esta zona del país. En el corregimiento de Orejero, cerca de 600 estudiantes se ven obligados diariamente a recurrir a canoas para poder llegar a clase, pues el debordamiento del río Cauca no les permite transitar de otra forma.
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Padres de familia claman por una pronta solución y piden acelerar labores que permitan drenar el agua del río para crear un camino seco que permita la circulación de la población.
Mientras tanto, en la Institución Educativa José Ignacio López, en Sincelejo, los estudiantes sí llegan a clase, pero deben atender en precarias condiciones, pues las reciben pero con los pies entre el agua por culpa de las inundaciones.
“Nosotros como padres de familia estamos preocupados porque ya hace años que tenemos esta situación. Mire cómo se inunda el colegio. Exponemos a nuestros niños a un mosquito, a una culebra y quién nos responde, nadie”, reclama una madre de familia.
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La denuncia no solo se hizo con el fin de recibir ayuda, sino también para pedir al gobierno local, departamental y nacional mayor veeduría sobre las condiciones en que decenas de niñas, niños y jóvenes se ven obligados a recibir clase.