A pesar del buen comportamiento de muchos durante el toque de queda que rige en Cali desde las 7 a. m. del pasado viernes, las fiestas clandestinas siguen siendo el dolor de cabeza de las autoridades. Entre la noche del viernes y madrugada del sábado se desactivaron 77 celebraciones.
Una de ellas fue en una casa campestre en el sur de la capital del Valle del Cauca, que, según el alcalde Jorge Iván Ospina, se alquiló con ese propósito y donde los participantes no cumplían con las normas de bioseguridad.
“Debo decirle al propietario de esta gran finca casa en el sector de Cascajal, respete, por favor. Necesitamos que aprendan a respetar y que comprendan que con la vida no se juega”, aseguró el mandatario.
Hasta antes del mediodía de este sábado 16 de enero, la línea 123 de la Policía había recibido casi nueve mil llamadas, más de 500 comparendos se habían impuesto y se habían atendido 291 riñas en Cali.
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El toque de queda en Cali , que se aplica junto con ley seca, va hasta las 5 a. m. del lunes 18 de enero. Las medidas se implementaron para contener la propagación del coronavirus COVID-19 .