La fuerza pública en el país está alerta sobre el actuar criminal de los grupos armados, que no solo atacan a quienes realizan operaciones en zonas rurales, sino también labores de vigilancia en cascos urbanos.
Con llamadas para atender falsas emergencias como en Paz de Ariporo, Casanare, donde supuestamente había ocurrido un accidente de tránsito. Una patrulla militar llegó a atender esta situación y el carro que en teoría había sufrido el accidente estaba cargado con explosivos.
“Con la intención de auxiliar a las personas que muy posiblemente estaban heridas en el lugar de los hechos, al acercarse al vehículo, es activado con artefactos explosivos improvisados”, manifestó el general Mauricio Zabala, comandante de la Octava División del Ejército.
Simultáneamente en Tibú, Norte de Santander, dos soldados que se movilizaban sin armamento y en un carrotanque para atender una misión humanitaria en zona rural de este municipio por la falta de agua que ya completa cinco días, integrantes de un grupo armado en la zona que previamente -según inteligencia del Ejército- sabían que este vehículo se iba a movilizar por esta zona, los interceptaron y uno de ellos fue secuestrado.
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“Fueron abordados por hombres armados quienes secuestran al soldado profesional Jeison Martínez Tapia. Se reitera que este acto vil y cobarde es una flagrante violación a las disposiciones del Derecho Internacional Humanitario, viola los derechos humanos, maxime porque los soldados estaban en estado de indefensión”, coronel Diego Jaramillo, comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano.
El tercer hecho más reciente se registró enSan Vicente del Caguán cuando dos policías que llegaban a atender un problema de movilidad por la caída de un árbol en la vía fueron atacados con sevicia por disidencias de las FARC.