En el departamento de Cauca, disidentes de las FARC son señalados de arremeter contra la Policía en Suárez y el corregimiento de Timba del municipio de Buenos Aires. Además, también serían los responsables de atacar la base militar de la represa La Salvajina.
El general Pablo Ruiz, comandante de la región 4 de Policía, indicó que presuntos disidentes de las FARC arremetieron contra una patrulla en Timba.
“Es afectada con el lanzamiento de una granada de dos terroristas de la Jaime Martínez, donde generaron una lesión sin consideración a un uniformado que fue trasladado inmediatamente al Hospital de Popayán, y de igual forma en la estación de Policía de Suárez, terroristas en motocicleta lanzaron dos granadas de fragmentación sin ninguna afectación ni a las instalaciones ni a uniformados de la Policía Nacional”, detalló.
Asimismo, hostigaron la base militar ubicada en la represa La Salvajina, lo que fue repelido por los militares con apoyo aéreo.
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Según el general Jhon Jairo Rojas, comandante de la tercera división del Ejército, “estos narcoterroristas tratan de mostrar su poder hostigando a nuestras bases, tirando granadas (…) Solo quiero decir que vamos a seguir en esa ofensiva, atacándolos en sus áreas bases a esos terroristas”.
Entretanto, la Policía reiteró la recompensa de 50 millones de pesos por los responsables del atentado que dejó a dos policías y un ciudadano venezolano heridos en El Bordo, Patía, en Cauca.
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El general Ruiz señaló como responsable a alias ‘Cardona’, cabecilla del GAOR Carlos Patiño.
León Valencia, experto en seguridad, considera que estos ataques se deben a “una coyuntura muy difícil, la congruencia de tres violencias: una, la campaña militar del ELN, que mezcla acciones urbanas, rurales, plan pistola; otra es la reacomodación de las disidencias de las FARC, sobre todo en el sur del país, y por el otro lado está la descomposición del Clan del Golfo y ahí hay un ingrediente y que es que muchos actores políticos que están en la disputa electoral ahora se alían con uno u otro actor violento para producir hechos contra sus rivales”.
Situaciones que se viven especialmente en regiones donde hay gran presencia de esos grupos, como Arauca, Cauca “y los departamentos del oriente en Antioquia, en el Magdalena”, explicó Valencia.
“Son lugares donde venían desarrollándose microguerras y que ahora se intensifican por la campaña electoral”, añadió.
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Para el experto, los grupos delincuenciales eligieron esas zonas del país “porque es un blanco más fácil”, ya que “el posconflicto exigía una presencia más variada de la Policía y del Ejército en zonas claves que dejaron las FARC en ese momento de desmovilización y desarme y no se cumplió con un plan nacional para ocupar sobre todo centros territoriales”.
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