Desde hace más de un siglo, en el corregimiento de Quinamayó, en Jamundí, nace el Niño Dios negro en febrero. Es una tradición que hace parte de las culturas negras que se asentaron en esta zona del sur del departamento del Valle del Cauca cuando lograron liberarse de la esclavitud.
“Me encantan las oraciones el Niño Dios negro de Quinamayó, porque desde muy niña entendí que era el epicentro perfecto para encontrarme con todos esos saberes, esa cultura y ese legado ancestral dado de una generación a otra”, expresó Sthephani Sandoval, habitante del municipio.
Por su parte, Wilmer Fernando Isaac, miembro de la comunidad, explica que este nacimiento en el corregimiento de Quinamayó es una celebración ancestral y una forma de manifestar la libertad por parte de los ancestros esclavos, que lograron liberarse.
“Para nosotros estas fiestas son muy importantes porque representan nuestra identidad ancestral y cultural, porque nadie en el mundo celebra y conmemora la oración o el nacimiento del niño Dios en esta fecha”, dijo Wilmer.
El Niño Dios negro nació el sábado 16 de febrero y desde ese día se vive la fiesta de adoración con un colorido festejo de danzas, cánticos y diversas representaciones ancestrales, propias de la cultura negra en el corregimiento de Quinamayó.
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La celebración se extiende hasta la noche del lunes 19 de febrero, con alborada, canto, baile, oración y una fervorosa devoción.