Con 26 directrices, las Fuerzas Militares esperan evitar casos como el que se registró en Tierralta

Ante la situación de hechos violentos contra la población civil y uniformados en varios departamentos del país, el comandante de las Fuerzas Militares impartió nuevas directrices a los comandantes de todas las fuerzas para evitar estas situaciones.

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Se trata de 26 directrices que emitió el comandante de las Fuerzas Militares en una comunicación interna a todos los generales para prevenir situaciones como la que se registró en zona rural de Tierralta, Córdoba, donde supuestos uniformados amenazaron a civiles.

Estas nuevas directrices también están enfocadas en evitar que los soldados mueran en medio de combates durante operaciones que no tienen el 100% del éxito garantizado.

“Ordeno a todos los comandantes a que realicen revisiones exhaustivas de sus respectivas unidades para garantizar que estén actuando de acuerdo con nuestras normas éticas, morales y jurídicas. No podemos permitir más escándalos mediáticos que afecten a la institución o al país. Nuestra imagen y credibilidad institucional se ven directamente afectadas por cualquier acción que incumpla la ley, ética y moral”, manifestó en sus directrices el general Helder Giraldo.

Las órdenes del general Giraldo también giraron en torno a las normas en cuanto al uso de uniformes: “No se debe permitir el uso de prendas o equipamientos que no se ajusten a nuestro uniforme reglamentario, esto está estrictamente prohibido. Nuestras reglamentaciones permiten el uso de uniformes alternativos exclusivamente para las unidades especiales, siempre y cuando se cumplan criterios doctrinales y jurídicos estrictos. Además, observar de cerca cómo se desarrollan las operaciones, no podemos permitir libre albedrío en nuestras filas”.

Las directrices también hicieron referencia a un hecho más reciente y que ocurrió en zona rural de Nariño, donde las disidencias de las FARC asesinaron a un teniente y 3 soldados en medios de combates en los que, al parecer, los criminales superaron en número a los uniformados.

“No debemos enviar a nuestros soldados a una misión, a menos que estemos seguros de su éxito. Debemos usar las herramientas disponibles, como la inteligencia o los recursos disponibles que nos permitan tener un panorama lo más claro posible del área de operaciones, minimizando el riesgo. Proteger la vida de los soldados es un deber de los comandantes. Es importante tener en cuenta las condiciones climáticas, que pueden afectar significativamente el desempeño de las fuerzas”, concluyó el general.

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