Mientras llegaban a Bucaramanga los cadáveres de los ocho muertos, se conoció un nuevo capítulo sobre los hechos violentos del fin de semana en la vereda Buenos Aires, en Landázuri , Santander.
Cuatro de las víctimas son integrantes de una misma familia y las restantes, los señalados como responsables del brutal crimen, y quienes fueron asesinados por la comunidad.
Mientras se adelantaba un consejo de seguridad, comunidades de la zona rural de Landázuri y autoridades continuaban la búsqueda de un quinto señalado que aseguraban estaba muerto, pero fue encontrado con vida por líderes del sector, quienes lo llevaron hasta la escuela de la zona y lo protegieron con sus propios cuerpos para impedir que fuera linchado.
“La comunidad, y hay que resaltar eso, de manera razonable le entrega esta persona al padre y mientras se da aviso a las autoridades, porque la Policía está a una distancia de más de tres horas. Finalmente se entrega esta persona a la Policía”, explicó Didier Rodríguez, defensor del pueblo del Magdalena Medio.
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Al tiempo, un grupo de personas adelantaba una velatón y pedía presencia de las autoridades.
Con la llegada de los primeros cuerpos de esta masacre hasta Bucaramanga, familiares de los presuntos homicidas pidieron claridad sobre lo sucedido.
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“En ningún momento es venezolano. Mi hermano trabajaba con él, era la mano derecha del profe hasta donde yo sé y lo que él mismo me comentó. Por eso lo digo, no eran de los asesinos ni nada, dicen que lo mató a la comunidad, cómo la va a matar la comunidad con un tiro de gracia”, señaló la familiar de Reinel Marín.
Con las nuevas medidas tomadas por las autoridades regionales y locales, la Defensoría del Pueblo pidió al alcalde del municipio proteger la vida de los ciudadanos, incluidos aquellos que tienen otra nacionalidad.
Alcaldía y Policía, con el acompañamiento de la Procuraduría, iniciarán en Landázuri mesas de diálogo y de paz con las comunidades.