Sigue la polémica en Colombia por cuenta de los desmanes
que fueron protagonizados por los hinchas del Atlético Nacional
al interior del estadio Atanasio Girardot, en Medellín. Los violentos hacen parte de las barras bravas, un fenómeno que no es nuevo en el país.
Precisamente, las barras bravas nacieron en Argentina en la década de los 80. Se trató de un grupo de hinchas que se reunió para crear colectivos alrededor de los equipos de fútbol más populares de ese país.
Con el paso de los años las barras bravas empezaron a crecer y llegaron a Colombia, Chile, Paraguay, Perú, Costa Rica, Guatemala y México, entre otros.
Pero los aficionados organizados que constituyen colectivos y a veces son violentos no son propios de América Latina: en países como Inglaterra aparecieron los hooligans y en Italia los ultras.
Estos grupos se caracterizaban por ser violentos y radicales en temas como el racismo y el nacionalismo.
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Desde entonces, los integrantes de las barras bravas han sido parte del fútbol en todo el mundo con colores, banderas, cánticos y apoyo. Lamentablemente, también han sido célebres por hechos violentos tales como asesinatos y ataques a algunos jugadores y miembros de la fuerza pública.
¿Cómo combatir la violencia de las barras bravas?
En Europa, las extremas medidas que tomaron las autoridades han logrado mitigar la violencia en los estadios.
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“Los clubes son dueños de los estadios, la seguridad al interior de los estadios también la manejan los mismos clubes, pero tampoco podemos decir que han desaparecido, pues en campeonatos mundiales y copas europeas han aparecido los hooligans. Obviamente, se tomaron medidas fuertes y exigencias a los clubes, hay un trabajo académico”, dijo Alirio Amaya, experto en seguridad en estadios de fútbol.
Pero hablando de Colombia, este tema no se ha podido solucionar.
“Si bien es cierto en el mundo esto ha funcionado, en Colombia la implementación del plan decenal de seguridad, comodidad y convivencia en los estadios se ha quedado a medias. Por eso nosotros, desde la Defensoría, la directriz es clara: en esa dirección del aficionado poder implementar planes semejantes en esa comunión que debe haber entre equipos y barras”, sostuvo Ernesto Lucena, delegado de la Defensoría del Pueblo para el deporte.
A pesar de que los casos de violencia en las canchas de Colombia siguen apareciendo con menos frecuencia que antes, el país es referente a nivel mundial en temas de seguridad y convivencia, pues en muchos estados del país se desinstalaron las rejas que separaban las tribunas de la gramilla.