El ‘sexting’ es una práctica en la que se envían imágenes íntimas entre parejas, algo que va en aumento entre los más jóvenes. Entre los riesgos está la extorsión a partir de este tipo de fotografías.
Noticias Caracol conoció el caso de una niña de 13 años que le envió fotos con contenido sexual a su novio, situación que alcanzó a ser detectada por la madre, quien de inmediato le hizo una advertencia: “Imagínate lo que hubieran podido hacer con ellas, entonces estás actuando mal y no les estás dando un buen uso a tus equipos. Te los decomiso".
Tras el castigo, la adolescente entró en un profundo conflicto con su mamá y se fue de la casa. Con ayuda de la Policía, la mujer la encontró luego de 10 días de incertidumbre. Su hija estuvo en un lugar que, según la familia, no era apto para ella y donde podía seguir desarrollando esta práctica de enviar fotografías sexuales.
Como el caso de esta menor son miles los que se presentan en Colombia. Según la asociación RedPaPaz, el 58% de los niños, niñas y adolescentes ha sido víctima alguna vez de acoso a través de redes sociales, una situación muy preocupante para los expertos.
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“Cuando se presenta con menores de edad se puede estar incurriendo en faltas, y en este sentido es muy importante que nuestros menores tengan una educación sexual adecuada, del respeto hacia el cuerpo”, recalca el psicólogo social Óscar Mejía.
Los casos de ‘sexting’ que involucran a menores de edad pueden derivar en delitos como pornografía infantil, con penas superiores a los 20 años de prisión.
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“Cuando la situación se sale de control, y pues se da el envío de información sexual entre un emisor y un receptor, efectivamente se sale de la condición funcional y empieza la participación de delitos. Las personas que practican el ‘sexting’ corren riesgos asociados a las extorsiones frente a la divulgación de fotografías de índole sexual”, advierte el psicólogo jurídico Carlos Quintero.
El Ministerio de las Tecnologías de la Información desarrolló una cartilla con buenas prácticas en las redes en las que le hacen varias recomendaciones a los papás en caso de sorprender a sus hijos enviando fotografías.
Entre estas se destacan:
Explicarle los riesgos a los que se vería expuesto.
Tratar de que las fotos sean eliminadas inmediatamente.
Entender las razones que llevaron a su hijo a realizar estas prácticas, mantener la calma.
Denunciar en caso de que su hijo sea víctima de extorsiones.
Hablar con otros papás si hay más menores de edad involucrados.