Comerciantes de Medellín y la Asociación de Bares (Asobares) alzaron su voz para rechazar las medidas adoptadas por la alcaldía, en conjunto con otras ocho administraciones municipales del Valle de Aburrá, para enfrentar el COVID-19 en Halloween.
Juan Pablo Valenzuela, el director de Asobares, indicó que el toque de queda para menores de edad y la ley seca abriría la puerta a la organización de fiestas ilegales.
“La restricción al consumo de bebidas mediante la ley seca es un impulso directo a la ilegalidad, nuestros espacios cuentan con el cumplimiento de las medidas de bioseguridad, pero las fiestas clandestinas que se realizarán el fin de semana no contarán con dichas medidas. Pedimos contundencia y coherencia para erradicar este problema del comercio ilegal”, señaló.
Y es que desde las 6:00 p.m. del viernes inicia el toque de queda para menores y se extiende por 12 horas, es decir hasta las 6.00 a.m. del sábado, mismo horario en el que se restringe la venta y consumo de licor.
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La medida se retoma a las 6:00 p.m. del sábado, por un mismo periodo y se repite así el domingo y el lunes, día que va hasta las 11:59 p.m.
Carlos Pineda, el director de Fenalco, aseveró que “todas estas medidas, están afectando directamente al comercio”.
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Las restricciones incluyen el horario límite de atención a clientes durante esos días para bares, restaurantes, discotecas y casinos, que solo podrán abrir hasta las 10:00 p.m.