Decenas de comerciantes formales e informales del barrio La Gaitana, inconformes porque les van a volver a cerrar el negocio después de la medianoche del sábado 30 de enero, protestaron tras el anuncio de la Alcaldía de Bogotá de aislamiento estricto en nueve UPZ (unidades de planeamiento zonal), es decir, barrios específicos de la ciudad.
“¡Queremos trabajar!”, gritaban molestos porque, dicen, “venimos de una serie de cierres por cuarentena y ya no se aguanta más”.
Sostienen que “la cuarentena es una mentira porque nadie la respeta, pero al comercio informal y formal lo están perjudicando”.
Afirman ser conscientes de las aglomeraciones en la zona, pero parte de la problemática, según ellos, es por los vendedores informales.
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“Acá hay algunos dueños de locales, dueños de casa y algunas mafias que tienen varias carretas y que ya los tienen identificados, pero no hacen nada”, sostuvo uno los manifestantes.
Los comerciantes informales se defienden y reconocen “que las mafias existen, pero yo no tengo sino un puesto y llevamos más de un año en estas”.
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“Nosotros no le pedimos ayuda porque igual no nos la va a dar ni nos la ha dado, necesitamos es que nos deje trabajar. Entonces nos declaramos esta vez en desobediencia, ya no aguantamos más”, declaró una de las personas que protestó, a la espera de que delegados de la Alcaldía de Bogotá dialoguen con ellos para llegar a un acuerdo.
“No vamos a cerrar”, insisten.