Fuertes combates en zona limítrofe entre el sur de Bolívar y Antioquia provocaron el desplazamiento de más de 260 campesinos hacia el nordeste y Bajo Cauca antioqueño. Dos personas, incluida un firmante de paz, fueron asesinadas.
Tras los combates, dos viviendas fueron incineradas en el municipio de Santa Rosa del Sur, en el departamento de Bolívar, un firmante de paz y otra persona murieron.
De acuerdo con Oswaldo Zapata, secretario de Seguridad de Antioquia, estos grupos al margen de la ley “han producido una serie de afectaciones a los derechos humanos sobre las comunidades, entre otras, al parecer, el saqueo de objetos personales, dinero y documentos de los pobladores. Asimismo la incineración de vehículos y de viviendas, entre otras afectaciones como homicidios, en el marco de esas confrontaciones”.
En total, 268 campesinos de la zona cruzaron hacia Segovia, en el nordeste de Antioquia, y otras 12 familias cruzaron hacia El Bagre, en el Bajo Cauca antioqueño. Los combates son entre el Clan del Golfo y una subestructura compuesta por disidencias de las FARC y el ELN.
Para Óscar Yesid Zapata, vocero de la fundación Sumapaz en Antioquia, esta problemática está relacionada con los recursos existentes en el territorio para la financiación de los grupos armados.
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“Una de las características principales es que la minería hace parte de las fuentes de financiación de los grupos y eso es una zona rica en minería. A parte de eso, son corredores estratégicos hacia otros territorios como el sur de Bolívar, el Bajo Cauca y el nordeste”, puntualizó.
Benicio Beltrán fue el firmante del acuerdo de paz que fue asesinado y en la zona han aparecido grafitis intimidatorios de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo.
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