Colombiana dice que Petro es su "esperanza" para liberación de su esposo, raptado por Hamás

Toda una travesía emprendió una colombiana para la liberación de su esposo secuestrado por Hamás. Viajó de Israel hasta Bogotá para pedirle al presidente Gustavo Petro que interceda por la liberación de este hombre en manos del grupo extremista.Pañales hechos a mano en Gaza para suplir las carencias impuestas por IsraelSe trata de la bogotana Rebeca González, quien narró a Noticias Caracol cómo el grupo Hamás le arrebató a su pareja. "Uno de los mejores amigos de mi esposo me dice: ‘Tienes que ser fuerte’. Y me envía el video. Vi el video, quedé en shock, yo veo que mi esposo está con sangre, está herido, junto a otros 4 chicos amarrados en el piso".Después de meses de lucha sin obtener ni siquiera una prueba de vida de su pareja, Rebeca encontró en uno de los mayores detractores de las operaciones de Israel en la guerra la última esperanza que le queda para traerlo de vuelta.“Mi hijo miró a los ojos a Petro y le dijo: ‘Este es mi papá’. En el despacho del presidente había aviones de decoración, aviones de guerra, y él le dice: ‘Esos aviones buscan a mi papá’".Atravesó 11.000 kilómetros para ver a Gustavo Petro y pedirle cara a cara que use sus relaciones con el pueblo palestino para que el grupo Hamás le devuelva a su esposo.Han pasado más de 100 días, el reloj no se detiene, las esperanzas se agotan y el miedo de Rebeca aumenta. “Mi esposo tiene la nariz rota, él está en este momento en la lista de heridos y para mí cada día, cada minuto, cuenta en este momento. La vida de mi esposo está en riesgo y más si él está en los túneles” que están a 40 metros de profundidad, relató.“Estoy plenamente consciente de que el presidente Petro en este momento tiene la llave para traer a mi esposo de vuelta a casa. Toda mi confianza esta puesta en él y yo sé que él es en este momento mi esperanza y que lo vamos a lograr, él lo va a lograr, Dios mediante", aseguró.Rebecca confía en el presidente Gustavo Petro, pero cree aún más en su fuerza interior, esa que la trajo, contra viento y marea, hasta Colombia y que la llevó, en tiempo récord, hasta la Casa de Nariño.Ahora, solo cuenta los días para que el presidente colombiano logre convencer al grupo terrorista de liberar a su esposo y la ayude a recuperar al amor de su vida.Para no morir de hambre en Gaza, mató a sus dos caballos: así alimentó a familiares y vecinos