El dueño del camión que transportaba pescado, saqueado el jueves en la vía Cartagena-Barranquilla luego de que se le estallara una llanta, había emprendido un negocio hace dos años.
Edwin García importaba bocachico de Uruguay para venderlo en Santa Marta,
Recordó el momento en que asaltado en la vía y contó que lloró "por la impotencia al ver cómo el esfuerzo de tantos años se me iba en menos de diez minutos. Yo les suplicaba, les decía, ‘hombre, compa, esto no es de ninguna empresa, esto es mío, colabórenme que voy a perderlo todo, pero no les importó nada".
Incluso les ofreció $800.000 "para que me ayudaran y se fueran, me dejaran quieto, pero ellos decían que les abriera el carro, que les interesaba era lo que había aquí. De un momento a otro de diez había más de cien personas".
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Como Edwin se negó a abrir el camión, los enardecidos vándalos se armaron con hachas, machetes y hasta martillos para romper el furgón.
Parecían pirañas, fue algo impresionante. No pensé jamás que la gente me iba a coger el carro y dañármelo"
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A su angustia por la pérdida, se suma la preocupación por el sustento de su familia y las de las personas que trabajan con él.
"Yo genero tres empleos, tres familias que dependen del pescado. Y mi familia. Tengo cinco niñas y mi mamá que depende de mí", afirma.
"Todo el capital que tenía yo, los 18 millones de pesos que hasta me los habían prestado y ni siquiera los he pagado. El carro se está pagando. En el carro se está debiendo más de 32 millones de pesos a la concesionaria y el capital que tenía se fue", dice el humilde conductor, que no sabe de dónde va a sacar la plata para saldar su deuda.