Cerca de 1.800 estudiantes que hacían parte de la planta educativa del sector privado deben migrar a distintas instituciones educativas públicas y otras privadas deSanta Martatras el cierre de 25 colegios.
Uno de ellos es el Liceo del Caribe, que cierra sus puertas en este 2021, cuando cumplía 70 años de historia.
“Es lamentable y me duele mucho porque no solamente el hecho es que es un colegio de tradición, un colegio que este año cumplía los setenta años de fundados, sino que logramos sacar la promoción 69 este año atípico, este año de pandemia que nos afectó a todos”, recuerda Luz Mery Aragón, rectora de Liceo del Caribe.
Los estudiantes retirados de los colegios privados alcanzan un 70 por ciento. Los padres de familia no tienen cómo pagar las matrículas.
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“Veníamos de una situación dura y la pandemia nos terminó de fregar, como se dice popularmente, y el retiro fue masivo. Muchos padres de familias retiraron bastantes hijos”, asegura Jorge Monsalve, padre de familia.
Son 1.500 empleos directos los que se pierden entre docentes, administrativos y aseadores. Las deudas en algunas instituciones privadas alcanzan los 200 millones de pesos.
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“Los colegios están recortando su planta de personal a casi el 50 por ciento. Estamos hablando de más de 1.500 empleos que se pueden llegar a perder”, dice Danessa Vidal, presidente de la Asociación de Colegios Privados de Santa Marta.
Además de los 25 colegios ya cerrados, se esperan más clausuras.
“Colegios con una matrícula, con dos matrículas, hasta con siete, por ende, la apertura este año para muchos va a ser una odisea, considerando que los ingresos no son suficientes para cubrir los gastos”, añade Vidal.
La Secretaría de Educación anunció medidas para recibir a esos estudiantes en planteles públicos.
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“Estamos estableciendo mecanismos y estrategias que nos permitan establecer en las instituciones oficiales que a estos niños que no van a tener posibilidades de llegar a las privadas podamos tenerlos en el sector oficial”, indica Antonio Silvera, secretario de Educación de Santa Marta.
Años de historia y tradición académica que hoy se pierden debido a una pandemia que no acaba, y sigue cobrando vidas y empleos.
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