Con aplausos, sonrisas y hasta abrazos, en Nemocón muchos celebraron la llegada de las lluvias. Y es que fueron muchas las oraciones y plegarias durante estos 5 días de incendios, para que un aguacero sofocara las llamas.
“Dicen que la fe mueve montañas y aquí el milagro se hizo”, expresó Cristian Carrillo, alcalde de Nemocón.
Y es que el país fue testigo de las llamas que arrasaron con cientos de hectáreas de bosque y del deseo que tenían muchos en esta región, de que lloviera después de varios días de sequía e intenso calor.
Para los organismos de socorro, la lluvia en Nemocón trajo consigo un alivio para las labores que incansablemente han venido realizando en las zonas de conflagración.
“Eso nos cambia absolutamente las condiciones, ya podemos tener un control absoluto de la situación, refrigerar los puntos calientes a los que no logramos llegar por la topografía”, celebró un voluntario de la Defensa Civil.
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Por ahora solo resta esperar el amanecer para que los organismos de socorro verifiquen las zonas afectadas por el incendio y puedan dar la noticia que todo esperan, que la emergencia cesó.
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De otro lado, en la Sierra Nevada de Santa Marta, desde hace más de tres días intentan apagar un incendio forestal que ya ha consumido varias hectáreas vegetación en el municipio de Pueblo Bello y Valledupar. La aparición de nuevos puntos de calor preocupa a las autoridades.
“Los focos en los incendios de la zona de Monte Sion y Jimaín todavía están activos, también en la zona de la guitarra. Los campesinos están ayudando, comprometidos, porque temen que va a afectar una fuente hídrica que es donde ellos se abastecen de agua”, informó el sargento Julio Ramírez, vocero del Cuerpo de Bomberos de Valledupar.
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En Pamplona, Norte de Santander, fue decretada la calamidad pública por un incendio forestal que ya ha consumido 180 hectáreas de vegetación y que ya completa 4 días activo. En una de las zonas donde ya fue apagada la conflagración se encontró una imagen de la Virgen del Carmen que quedó intacta tras el paso de las llamas.
Además, en medio de las altas temperaturas en Vichada, un aguacero que cayó sobre el Parque Nacional Natural El Tuparro ayudó a apagar el incendio que consumió más de 8.000 hectáreas de bosque.
En la ribera del río Bita también fue controlada una conflagración que consumió más de 10 mil hectáreas de vegetación.
“Se calculan aproximadamente 10.000 hectáreas, afectando la biodiversidad. Es de aclarar que en esta zona está nuestro río protegido, el río Bita. También hay una zona Ramsar muy aledaña, por lo cual la preocupación era muy alta”, enfatizó Elkin René García, coordinador de Gestión del Riesgo de Vichada.
El grave incendio forestal que se registró en el Páramo de Siscunsí - Ocetá, en el departamento de Boyacá, acabó con cientos de frailejones. Sin embargo, gracias a la comunidad y a los diferentes organismos de socorro que se arriesgaron para trabajar en la noche, la conflagración se pudo controlar y una helada que cayó en la madrugada terminó de extinguir los pocos focos que quedaban en medio de esta emergencia.
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En Aguazul, Casanare también fue controlado el incendio forestal que consumió 60 hectáreas de bosque. En la zona los organismos de atención de emergencias sofocaron las llamas tras cuatro días de labores.
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