Ocurrió el 24 de marzo de 2015 justo cuando Óscar Monsalve, administrador de la hacienda Guacharacas de la familia Uribe, declaraba ante la Corte Suprema.
El testigo, cuyas comunicaciones eran grabadas con base en una orden judicial, tuvo tres llamadas que en total sumaron 33 minutos y cuyo contenido es un misterio para las autoridades.
Un informe judicial en poder de Noticias Caracol revela los pormenores de lo acontecido ese día. Allí se consignó que Monsalve recibió muchas más llamadas de lo normal que, sin embargo, no fueron interceptadas.
En total, Monsalve recibió y atendió 46 llamadas entre las 11:00 a.m. y las 10:00 p.m.. ¿Qué pasó en ese tiempo? Hay una particularidad: tres llamadas inquietantes. Una tuvo una duración de 6 minutos y 42 segundos, mientras que la segunda se prolongó por 10 minutos y 30 segundos. La tercera tardó 12 minutos y 52 segundos.
Los investigadores establecieron que en algunas de esas llamadas no grabadas el interlocutor de Monsalve fue el ganadero Juan Guillermo Villegas Uribe, investigado por su presunta colaboración con grupos paramilitares en Antioquia.
El celular de Villegas, muy amigo del expresidente Álvaro Uribe, también fue interceptado por orden de la Corte Suprema de Justicia y allí quedaron grabadas algunas charlas entre ambos.
El gran interrogante es por qué falló el sistema de interceptaciones. Nadie lo entiende y de hecho, en otro documento, la propia Fiscalía certificó lo siguiente: “en relación a su solicitud me permito informar que los abonados [teléfonos] presentan normalidad en su funcionamiento a la fecha de su revisión el 31 de marzo de 2015”.
Mientras se aclara qué pasó y si Villegas intentó manipular la declaración del excapataz de Guacharacas, la pregunta que ronda a los investigadores de la Corte es la misma: ¿qué se habló en esos 33 minutos?
Updated: febrero 22, 2018 05:15 a. m.