Pese a la gran historia de esta población, existen diferencias abismales entre la opulencia de la Ciudad Amurallada y la pobreza de sus barrios marginales.
La población negra en Colombia, según el DANE, es de cuatro millones de personas. Cali cuenta con la mayor cantidad de población afrodescendiente, con unas 600.000 personas, la cuarta parte de sus habitantes.
Cuando los españoles llegaron a América, no había población negra. Con la trata de esclavos de África desde el siglo XVI, llegaron los primeros pobladores de esta raza.
Cartagena en ese entonces era el puerto legal para la trata de esclavos, entre 1580 y 1640 entraron un promedio de 4.000 esclavizados por año que habían sido cazados en África.
El sacerdote jesuita Pedro Claver los evangelizó y alivió sus enfermedades. Fue proclamado santo en 1888 y sus restos reposan en La Heroica.
Alfonso Múnera, historiador, cree que a pesar de tantos años “el racismo se sigue manifestando en Cartagena en la vida cotidiana, de muchas maneras”.
Para Alfonso Cassiani, rector del colegio Antonia Santos, “la falta de interés, la desidia estatal y la falta de vocación de muchos docentes están deteriorando la educación pública”, la cual se considera un vehículo para lograr superar la diferencia socioeconómica.
A parte de ser la ciudad más excluyente del país, Cartagena ha sido inmanejable, entre otros, por la corrupción. En nueve años ha tenido seis alcaldes.
San Basilio de Palenque es un lugar sagrado para los afrodescendientes, pues hace cinco siglos fue el primer territorio libre de América. Benkos Biohó fue el líder de la revolución de negros cimarrones en el Nuevo Reino de Granada en el año 1600.
Al huir de sus amos fundó el asentamiento libre del palenque de San Basilio y aunque firmó un pacto de paz, fue traicionado y en 1621 lo ahorcaron y descuartizaron por orden del gobernador español.
Pese a esto, la semilla de la libertad quedó y el palenque de San Basilio se convirtió en el primer poblado libre de América por decreto del rey de España en 1713.
La lengua palenquera es una reliquia por ser la única en América de origen africano y español.