Sin un punto de equilibrio en los precios de venta están los productores de panela de la Hoya del río Suárez. Muchos señalan que trabajan a pérdida y que se sienten desamparados por las autoridades.
El rostro de don Avelino refleja el cansancio de un camino lleno de luchas y búsqueda de mejores oportunidades.
Sus días los pasa desde hace 30 años en los trapiches de Santana, en Boyacá , donde se gana la vida produciendo panela.
"Eso aquí a uno le toca sudando la gota gorda", afirma mientras remueve la mezcla.
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El precio del producto es el que define su salario. Dice que, si le va bien, en este momento se puede ganar 25 mil pesos por 12 horas de trabajo.
"A uno le toca caro o barato trabajar", se lamenta.
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La panela ha tocado precios inimaginables llegando a la barrera de los $1.800 el kilo, situación que afecta a toda la cadena de productores.
"En 15 días bajó el kilo de panela $1.200 el kilo, es algo insostenible e inexplicable", señala Ósmar Ángela Arias, alcalde de Güepsa, Santander.
"Nosotros en costos de producción estamos gastando $2.900 por kilo de panela y si lo estamos vendiendo en una plaza inferior a ese valor, pues estamos perdiendo", dice Nini Johana Acosta, productora de panela.
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Algunos trapiches de la hoya del río Suárez han buscado innovar en la presentación del producto; por ejemplo están realizando panela pulverizada, buscando un valor agregado a su producto.
"No es lógico que un producto tenga estas variaciones tan amplias. No podemos seguir en manos de los comerciantes, tampoco a poner el precio a como lo consideren ellos conveniente”, explica Fernando Paipilla, presidente de Dignidad Agropecuaria Nacional.
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Esfuerzo, dedicación, ganas de salir adelante y mucho temple protagonizan las historias de estos hombres y mujeres que endulzan las mesas de los hogares colombianos con uno de los productos más representativos de Colombia, la panela.